ECONOMÍA

Peluquerías al límite: "Es lamentable que a otros oficios se les haya bajado el IVA hace tiempo y a nosotras no"

El sector de la imagen personal clama por volver al IVA del 10% que pagaba antes de que se subiera al 21% como medida "temporal", hace ya una década.

Ana Lamarca, peluquera de Zaragoza.
Ana Lamarca, peluquera de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Ana Lamarca es peluquera de vocación como muchas otras compañeras de un sector donde las mujeres son mayoría. Estudió formación profesional en los institutos Pablo Serrano y Santiago Hernández de Zaragoza. Empezó a trabajar por su cuenta con solo 22 años cuando montó su peluquería en el barrio del Arrabal  y allí comenzó a tejer una clientela. Conoce a las mujeres que entran por la puerta casi como si fueran de su familia. Ha compartido con ellas bodas, bautizos, comuniones y demás eventos porque en todos ellos han acudido a peinarse a la peluquería que también lleva su nombre. Lleva 26 años trabajando de pie con sus manos ocupadas siempre con las tijeras o el secador, en la peluquería que lleva su nombre, en el que también es su barrio. Ha vivido varias crisis económicas, pero la subida del IVA en la última y la pandemia de covid-19 le han hecho salir a la calle a protestar.

"Lo mío es vocacional. Te tiene que gustar", asegura, cuando echa la vista atrás y piensa en todas las horas que lleva dedicadas a su trabajo. Los viernes ni para a comer, porque es el día estrella en su profesión, junto al  sábado. No tiene empleadas. Su perfil es el que más se repite en el sector. El 88,32% de las personas que integran el colectivo de imagen personal son mujeres, autónomas en su mayoría, con una media de 48 años y 25 de experiencia, según el último informe de la plataforma 'Creer en nosotros', de la que forma parte y a cuyas movilizaciones ha acudido en los últimos dos años. "Mucha gente se ha ido quedando sola porque para sacar más sueldos es difícil", confiesa Ana, que tuvo que prescindir de la peluquera que tenía contratada a raíz de la pandemia. "Había ratos que sobrábamos las dos", recuerda.

"Antes la gente salía más, no solo por ahí, pero ahora si tienes que elegir entre salir a cenar o venir a teñirte, te vas a cenar y te haces una coleta. Antes no pasaba" 

En las cuentas de su negocio le pesa el alza del IVA porque "iba a ser para unos meses y llevamos diez años", lamenta. Entonces, afirma que no se subieron los precios por miedo a que bajara el consumo y ya no los han podido repercutir. A ello se han sumado los dos años de pandemia sin eventos, de donde viene la principal carga de trabajo en los salones, el cambio de hábitos que ha quedado del confinamiento y el miedo a los contagios, con menos visitas a la peluquería y una nueva crisis con facturas de la luz disparadas. 

"La gente más mayor sigue viniendo, pero la gente joven, no", cuenta acerca de cómo han cambiado las clientas desde el confinamiento. "Antes la gente salía más, no solo por ahí, pero ahora si tienes que elegir entre salir a cenar o venir a teñirte, te vas a cenar y te haces una coleta. Antes no pasaba", afirma. Recuerda que salir un sábado por la noche o ir al cotillón de Nochevieja iba unido a la cita en la peluquería. "Ahora son Pilares y te pones las zapatillas y los pantalones más viejos. Lo que nos ha faltado es la pandemia. Todavía hay gente que tiene mucho miedo", confiesa.

De ahí que considere más necesario que nunca recuperar el IVA reducido que tenía el sector antes de la última crisis. "Es lamentable que a otros oficios se les haya bajado el IVA hace tiempo y a nosotras no", critica.

Protesta del sector de la imagen personal zaragozano en Madrid.
Protesta del sector de la imagen personal zaragozano en Madrid.
HA

Hace diez años que se subió el IVA que se cobra por un corte de pelo o un tinte como una de las medidas del Gobierno, entonces del PP y con Mariano Rajoy como presidente, para recuperar ingresos. Corría el año 2012 y se vivía uno de los periodos más duros de la anterior crisis económica. Los servicios del sector de la imagen personal pasaron a gravarse con el tipo más alto, que hoy se encuentra en el 21%.

Desde entonces, otros sectores que se incluyeron en aquel paquete de medidas anticrisis han ido volviendo al IVA reducido, como las floristerías y los espectáculos, pero las peluquerías han quedado en el más alto o 'de lujo'. Ha llegado una nueva crisis y aunque ha habido recortes de impuestos como el IVA del gas, no ha habido acuerdo en el actual Gobierno PSOE-Podemos para las peluquerías, después de llegar a ser respaldado en el Senado, pero posteriormente vetado.

"El riesgo es que aumente la economía sumergida, despidamos o cierren persianas muchos compañeros"

Desde el colectivo se precisa que en su caso no se trata de una rebaja. "No es bajarlo, queremos que nos lo restituyan", matiza Marimar Calonge, desde la citada plataforma que ha impulsado las protestas en la calle de los últimos dos años en ciudades como Zaragoza. La semana pasada volvieron a salir en Madrid, a las puertas del Ministerio de Hacienda, con la esperanza puesta en que el cambio entrara de alguna forma en los Presupuestos Generales del Estado. "No sabemos por qué parece que descuadra tanto que recuperemos nuestro IVA". En este sentido, alerta que si se prolonga mucho esta situación el riesgo es que "aumente la economía sumergida, despidamos o cierren persianas muchos compañeros". 

En la protesta de Madrid, la representación desde Zaragoza estuvo encabezada por una pancarta en la que se alertaba: 'El IVA al 21% cierra nuestros centros'. Además de recordar que son un servicio esencial, como se mantuvo durante la pandemia. 

Antonio Martín, peluquería Luan en Zaragoza.
Antonio Martín, peluquería Luan en Zaragoza.
Rubén Losada

Los salones más grandes tratan de mantener plantillas. Antonio Martín abrió Peluquería Luan hace 22 años en Zaragoza con una empleada. Llegaron a estar cuatro hasta que la crisis de 2008 redujo a la mitad el personal. Con la pandemia han vuelto a trabajar cuatro personas, a lo que cree que ha ayudado la reforma integral que hizo en plena pandemia, proyectada previamente, y el aumento de vecinos en su zona, junto al Parque Oriente, donde se han construido varias promociones de vivienda nueva. Nota que los clientes "alargan los servicios". Además, "hemos perdido servicios por el miedo a salir a la calle o estar con gente", confiesa.

Contar con personal suma preocupaciones. "Si estás solo llegas hasta donde llegas, cubres gastos y sabes que pasados los gastos lo que queda es tu sueldo", comenta. Sin embargo, cuando se añaden tres nóminas el reto es mayor y los riesgos. "Si tengo que bajar la persiana me quedo con deuda que tengo que seguir pagando", pone como ejemplo, pero lo prefiere para dar más servicio. "Nunca cierro por vacaciones", pone como ejemplo e intenta "que nadie espere y se pueda atender en el día a todo el mundo cuando llama".

"Ha subido un poco todo en general. Incluso en el agua se nota. Los seguros han subido, los tintes y hay meses que he pagado casi el doble la luz"

Mientras, siguen creciendo los gastos fijos. "Ha subido un poco todo en general. Incluso el agua se nota. Los seguros han subido, los tintes y hay meses que he pagado casi el doble la luz", enumera. A ello suma el incremento de los salarios y de las cotizaciones a la Seguridad Social. Y recuerda que cuando se subió el IVA al 21% no se repercutió en los precios por estar en medio de una crisis. "Ya lo hemos asumido durante todos estos años", recuerda, el también miembro de la citada plataforma que reivindica la vuelta al tipo intermedio. Denuncia que ahora los clientes pagan un "impuesto de lujo" por un servicio considerado "esencial". Asegura que "no es que quiera pagar menos impuestos, sino pagar el que me pertenece. El de primera necesidad".

La media de empleadas es de 1,4 por centro de trabajo. El 35% de las pymes no tienen asalariados y solo el 4,5% tienen 5 o más. La facturación de las peluquerías, salones de estética y barberías ha retrocedido un 20,2% desde el inicio de la pandemia. A ello se suman problemas para conciliar y la falta de reconocimiento de enfermedades profesionales como tendinitis. 

"Se han cerrado peluquerías y se van a seguir cerrando"

Desde el sector se teme una "sangría" en el colectivo, alerta Eduardo García, fundador de Voga Estilistas, con tres centros en Zaragoza y una plantilla de 25 personas. Ello le ha movido también a movilizarse con la plataforma 'Creer en nosotros' y protestar en Madrid, como lo han hecho también en varias ocasiones en la capital aragonesa. "Se han cerrado peluquerías y se van a seguir cerrando", augura.

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