Subida de los precios: ¿quién se puede permitir comer tres frutas al día?
Según la OCU, una familia de cuatro miembros ha gastado, este verano, un 13% más solo en fruta en comparación con el mismo periodo de 2021.
Mirar el precio de la luz cada día para saber a qué hora resulta más barato poner la lavadora, evitar el uso del aire acondicionado o recortar en la cesta de la compra ya forman parte de la rutina de unas familias que, para paliar los efectos de la inflación, se han visto "obligadas" a cambiar sus hábitos de consumo.
Es el caso de los zaragozanos Juanjo Benítez y Laura Gómez, de 43 y 45 años respectivamente, y padres de una niña de 12 años y un niño de 9. Habituados a "seguir una alimentación sana y equilibrada", aseguran que el "abusivo precio de ciertos productos" les ha hecho variar, "forzosamente, la cesta de la compra, sobre todo en piezas de fruta y verdura".
"Ya no compramos las mismas cantidades. Si antes, por ejemplo, la sandía la adquiríamos entera o por mitades, ahora solo por cuartos. Y lo mismo con el melón o con las cerezas, que han mantenido unos precios tan elevados este verano que hemos tenido que reducir su consumo casi al mínimo", comenta Juanjo Benítez. "También miramos mucho más lo que cuesta cada producto, algo que hace unos meses no hacíamos", asegura el zaragozano.
Cambios en los hábitos de consumo
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lamentan "este incremento, en especial en la fruta nacional y de temporada, que debería ser más asequible". Unos costes que, tras ser analizados en un estudio publicado por la misma entidad, "reflejan una subida con respecto al verano de 2021 de un 13% en la cesta de la compra mensual".
"Con estos precios comer tres raciones de fruta al día puede suponer, de media, 1,80 euros. Así, para una familia de cuatro miembros el consumo de piezas este verano ha supuesto unos 216 euros al mes. En el mismo periodo de 2021, la misma cantidad en una unidad familiar similar fueron 190 euros", según la OCU.
Situación que también se repite en hogares de solo dos miembros, como el de Luis Pérez, de 62 años y Pili Pastor, de 59, un matrimonio que reside en Zaragoza y que afirma "no haber notado demasiada subida de precios en las últimas semanas". "Es que lo que estamos viviendo es un alza progresiva y constante desde hace meses no solo desde este verano", afirma Luis Pérez, "sobre todo en producto fresco y de consumo diario".
"Un ejemplo -apunta el zaragozano- es el melón, que ha estado muy caro desde junio y ahora es cuando hemos notado que bajaba un poco. Por medio melón en julio o agosto nos pedían más de 2 euros y ahora no llega". "Otro ejemplo de lo caro que está todo es el de los plátanos, que hasta te lleva a comprar banana en alguna ocasión, que es más económica pero que también ha subido de precio en torno a 0,50 o 0,75 euros el kilo", asegura Luis Pérez, quien estima que solo en fruta su cesta de la compra semanal supone "entre 4 y 5 euros más" que la del año pasado.
Casi el doble es lo que gasta la familia Pardo-Sánchez, también vecinos de Zaragoza. Con tres hijos "todavía pequeños" (9, 6 y 3 años respectivamente), reconocen que "estiran" todo lo que pueden la compra, semana tras semana.
"Somos muchos y con lo caro que está todo en general, acabar la semana con la nevera vacía se ha convertido en una rutina en nuestra casa", comenta Verónica Sánchez, quien también asegura que se han visto "obligados a recortar" en productos como la fruta.
"Es una barbaridad. Consumirla a diario es una gasto que ahora mismo ya no nos podemos permitir. Si ante la tomábamos después de la cena o para la merienda de los niños, ahora solo la consumimos una vez cada dos días. Pero igual que con la fruta pasa con todo. Cada vez es más complicado llegar a fin de mes", concluye la zaragozana, madre de familia numerosa.
