educación
Erasmus para FP: “Ha sido una experiencia dura, pero muy buena”
Cada año pasan por Zaragoza unos 1.200 estudiantes y 200 profesores extranjeros de grados de formación profesional con becas del programa europeo de movilidad.
Tres jóvenes polacos estudiantes de un grado de formación profesional en Informática miran las tripas de un portátil en busca del problema que hace que no funcione correctamente. Han llegado con su clase dentro del programa europeo Erasmus para hacer prácticas en la empresa zaragozana Reparagoza.
Daniel Pascual lleva desde hace varios años recibiendo estudiantes internacionales, cuya llegada tramita Mundus, entidad zaragozana que trae a 2.500 jóvenes al año en España entre todas sus actividades, que incluyen prácticas para profesores, voluntariado e intercambios. En Zaragoza gestiona la estancia de unos 1.200 jóvenes y 200 profesores solo con las subvenciones de movilidad europeas para centros de formación profesional. Desde Aragón también parten unos 300 fuera de España.
Pascual destaca que contar con estos jóvenes en su empresa le aporta "otra manera de ver las cosas con respecto a nuestra profesión porque vienen con una formación teórica muy buena y hacen trabajo real". En el día a día se encargan de "multiplicidad de cosas, que son las mismas que necesitamos en un taller de informática o una empresa de instalaciones", cuenta. Pone como ejemplo que aprenden a hacer presupuestos y reparaciones. A la hora de hablar, el idioma que utilizan es el inglés.
Cifras prepandemia
Actualmente hay unos 160 alumnos extranjeros en prácticas en Zaragoza cuya estancia ha sido gestionada por Mundus. Además de Polonia, hay estudiantes de países como Italia, Francia, Alemania, Bulgaria, Eslovenia y Croacia, todos subvencionados con fondos europeos. Entre las formaciones figura peluquería, mecatrónica o logística, además de la informática. Pasan casi un mes en Zaragoza con una beca erasmus. "Buscamos empresas donde hagan prácticas, les enseñamos la ciudad, cómo moverse y les mentorizamos", explica Quique Miana, fundador de Mundus en 2014.
La pandemia de covid-19 frenó la movilidad, que ahora habría vuelto a cifras de 2019, en parte por el atasco que se había acumulado durante el cierre de fronteras para parar la crisis sanitaria. "Estuvimos un año a cero y si sobrevivimos fue básicamente por la buena gestión con los ERTE, por haber tenido fondos propios y porque pudimos empezar de nuevo a principios del 2021", recuerda sobre 2020. En marzo de dicho año, cuando se decretó el confinamiento de la población para frenar los contagios del virus, confiesa que pasaron toda una "odisea" ya que tuvieron que repatriar a 270 personas que estaban en Zaragoza a través de los programas que gestionan.
La entidad, especialista en movilidad internacional, calcula que el impacto en la ciudad de los jóvenes que llegan con estos programas alcanza los 1,5 millones de euros, entre el gasto en alojamiento, comida, desplazamiento y ocio. Solo en bonobuses pagan unos 60.000 euros al año.
Susan Zablocka es una joven polaca de 18 años que estudia fotografía y hace prácticas en la propia Mundus. Le gusta Zaragoza porque es una ciudad “muy bonita” y “acogedora”, explica. Pasará un mes de prácticas antes de volver a Polonia, que son necesarias para poder aprobar el curso.
La empresa zaragozana ayuda a los centros educativos a encontrar prácticas tanto para alumnos como para docentes. Alicya Jarosz es una profesora polaca de una escuela de logística de la ciudad de Wroclaw (Breslavia). Ha participado en cursos para docentes y ahora se despide tras un mes en Zaragoza con una veintena de estudiantes de entre 16 y 17 años. "Es la primera vez que han estado trabajando cinco días a la semana. Ha sido una experiencia dura, también por el calor, pero muy buena". Trabajar con los más de 40 grados de temperatura ha hecho más difícil la jornada laboral. Los alumnos han estado repartidos en varias compañías, aprendiendo los puestos más habituales desde el papeleo a la preparación de pedidos en el almacén.
Como para los universitarios del programa erasmus, la experiencia que aportan estas semanas no es solo formativa o laboral sino de aprendizaje personal. En el caso de los universitarios se trata de estancias más largas, por un cuatrimestre o el curso completo. La profesora destaca que uno de los aspectos más difíciles para muchos de sus estudiantes ha sido "cómo administrar el dinero para saber qué comprar y organizarse porque la mayoría viven con sus padres y estos hacen todo en casa". Los jóvenes que cursan FP reciben unos 100 euros a la semana para cubrir gastos.
Mundus cuenta con delegaciones en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y Gerona. Tiene una plantilla de 45 personas, de las que 35 se encuentran en sus oficinas del centro de Zaragoza. Desde ellas se buscan también prácticas, voluntariados, intercambios y cursos para jóvenes. La organización está al frente de un programa europeo para mejorar la FP en África (SAAM) por el que envían allí profesorado de Europa y en otoño estudiantes de 17 países africanos acudirán a hacer prácticas a 12 ciudades europeas, entre ellas, Zaragoza. "No vienen de vacaciones, es parte de su proceso educativo", recalca Miana.
Santo Astorino es un universitario italiano de 29 años que ha acudido a Mundus para encontrar prácticas. Estudia en la Universidad de Calabria Relaciones Internacionales y ha conseguido una beca de tres meses en la propia Mundus. "Además de aumentar las competencias que tengo por mi carrera universitaria quiero seguir practicando el idioma, estar en un lugar de trabajo en el que puedo adquirir muchas competencias, vivir en un lugar nuevo y disfrutar de la experiencia en general". Lleva casi un mes y le "encanta" la ciudad por sus planes culturales porque "es fácil moverse y tranquila", aunque también le han sorprendido las elevadas temperaturas.
Falta de personal en movilidad y fondos europeos
Al trabajar en un sector tan específico, la entidad tiene dificultades para encontrar perfiles laborales que encajen con su actividad por lo que este año forma a futuros empleados a través de un taller de empleo subvencionado por el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem). "No hay una formación específica para trabajar en movilidad internacional y hay carencia en formación en programas europeos", reconoce Cristina Gómez, directora del taller. Este dura un año y permite compaginar formación y cualificación mientras se trabaja y se cobra un salario.
Desde el inicio del taller las 10 trabajadoras que participan firman un contrato de formación y aprendizaje, explica. Se trata de desempleadas entre 30 y 50 años que reciben formación para obtener dos certificados de profesionalidad, como Dinamizador de actividades de ocio y tiempo libre y de Informador juvenil. Se imparten módulos de ofimática, idiomas y habilidades sociales, entre otros.
María Pilar Vallés, desempleada de 38 años, es una de las inscritas al taller. Llevaba seis meses en paro después de trabajar 12 años en el sector del comercio. Su empresa hizo un ERE. "Estaba buscando formación porque quería salir un poco del mundo comercial", explica sobre cómo conoció el taller. "No sabía muy bien cómo funcionaban los talleres de empleo, pero vi que estaban muy bien porque tenía un año de contrato, generaba paro y estudiaba algo que me gustaba", cuenta.
Ahora las participantes del taller trabajan en la organización de su última tarea, que les servirá como una especie de trabajo de fin de curso. El próximo 21 de septiembre está previsto que se celebre la 'Feria de juventud y de movilidad internacional' en el Espacio Joven Baltasar Gracián del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), en Zaragoza, dirigida a jóvenes interesados en las actividades que gestiona Mundus a través de programas europeos. Tendrá lugar de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00.
