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Reforma del régimen de autónomos: "Va a aumentar la economía sumergida"

La propuesta del Gobierno con un sistema de tramos por ingresos reales no convence al colectivo, que considera que no es el momento económico adecuado. Las negociaciones siguen abiertas.

Una trabajadora autónoma en su oficina
Una trabajadora autónoma en su oficina
Pixabay

Las reformas que impulsa el Ministerio de Trabajo y el de Seguridad Social se acumulan y mientras se da el último paso de la laboral, se convocan reuniones para intentar acordar con los agentes sociales (patronal y sindicatos) una nueva subida del salario mínimo que lo lleve a los 1.000 euros al mes sobre la mesa todavía queda pendiente un cambio de gran calado, el que afecta al régimen especial por el que cotizan los autónomos (RETA). De este último se van conociendo detalles, pero los pasos son pequeños porque se ha alargado años y quedan todavía meses por delante.

La propuesta del ministro José Luis Escrivá que actualmente se estudia incluye una tabla de 13 tramos para declarar ingresos reales, en lugar de las cuotas mínimas y máximas vigentes, que elige cada autónomo. Las nuevas cuotas irían desde los 184 a los 1.267 euros. El Gobierno sostiene que es un sistema progresivo que permitirá que coticen más quienes tengan más ingresos, y mejorar la cuantía de las prestaciones. Pese a ello, desde el colectivo ven 'lagunas' que pueden hacer que termine teniendo consecuencias también para los autónomos con menos rentas.

"Supone un cambio total de lo que hasta ahora se había establecido en España", reconoce Álvaro Bajén, presidente de la organización de autónomos y profesionales UPTA Aragón. "Los autónomos tenemos un sistema de cuotas máximas y mínimas a elección del autónomo y este iba eligiendo a lo largo de su vida laboral las bases de cotización que entendía podía pagar", explica. Recuerda que "un autónomo no tiene un salario mensual, vive de los rendimientos de su trabajo. Todos los meses tiene que subir la persiana y ver cómo le va". 

"No es el momento"

El 85% de los afiliados al RETA están en la base mínima, señala UPTA. Bajén reconoce que hay que cambiar para conseguir una mayor cotización y mejores prestaciones, que ahora están muy por debajo en cuantía de las de un trabajador asalariado, pero en la actual situación por la crisis sanitaria de covid-19 cree que "no es el momento". Ni lo será en los próximos años. "No me parece oportuno empezar a hablar de estas cuestiones. Ni siquiera en la perspectiva de nueve años se puede ver que vayan a aumentar los ingresos. Vemos aún destrucción de tejido productivo de trabajo autónomo", apunta, pese a que es consciente de la necesidad de modificar el actual sistema, sobre el que sobrevuela siempre la sombra de los ingresos en B de los autónomos. 

Concepto de "habitualidad"

Por su parte, Francisco Javier Lázaro, asesor jurídico laboral zaragozano y vicepresidente del Consejo general de relaciones industriales y ciencias del trabajo en Aragón y La Rioja, recalca el hecho de que la jurisprudencia consolidada consideraba el concepto de habitualidad del trabajador autónomo o requisito para estar dado de alta en autónomos "solamente a aquellas personas que sus ingresos superaban el salario mínimo".

"La economía sumergida va a crecer si para cotizar por ingresos reales no se empieza por el salario mínimo"

"La economía sumergida va a crecer si para cotizar por ingresos reales no se empieza por el salario mínimo", advierte. "El primer tramo tenía que haber sido el SMI, si no no se respeta la jurisprudencia", insiste. Por ello, se muestra preocupado porque la propuesta de tramos abre la duda de "si se extenderá la obligación de cotizar a todas las personas aunque sus ingresos sean muy escasos", dejando así de lado la interpretación que vienen haciendo los tribunales.  Una cuestión que cree que está pasando "desapercibida" en las negociaciones.

Bajén señala que la reforma tal y como está planteada "va a aumentar la economía sumergida".  El primer tramo de ingresos reales parte de los 600 euros, cuando hasta ahora la interpretación de la normativa en los tribunales señalaba que no se consideraba autónomo a efectos de cotización a la Seguridad Social quien tenía unos ingresos inferiores al salario mínimo, que actualmente se sitúa en 965 euros al mes. "Si no regulan la microactividad o la actividad a tiempo parcial va a aumentar economía sumergida. Va a desaparecer tejido productivo para pasar a economía sumergida", alerta. 

"Pagarán más los que más ingresan, pero me temo que van a extender con estos tramos el campo de aplicación del RETA, que la jurisprudencia tenía fuera", indica Lázaro.  De seguir adelante la propuesta actual cree que "va a haber una problemática importante administrativa sobre quién puede estar en un tramo o en otro" y va a suponer para los autónomos "obligaciones administrativas inmensas".

Las críticas también han llegado desde la organización de autónomos ATA, que ha calificado la reforma de "inasumible", de tener solo "afán recaudatorio", ser "más injusta" que el sistema actual, generar desigualdades y que puede llevar a la "ruina" a muchos autónomos. Critica que el Gobierno proponga un sistema para los autónomos "como si fueran asalariados, con las mismas obligaciones de cotización pero sin los derechos". Recuerda que el profesional por cuenta propia "se la juega todos los días". Quienes ingresan más de 1.125 euros al mes afrontarán en 2023 un incremento de 700 euros al año en cotizaciones, mientras la bajada para los que ingresen menos de esa cantidad solo supone 144 euros anuales.

Equiparar prestaciones

El nuevo sistema persigue ir acercando las cuantías que perciben los autónomos por las distintas prestaciones. Actualmente la pensión media de jubilación de un autónomo se sitúa en 824 euros al mes de promedio, frente a los 1.224 euros de un trabajador por cuenta ajena. "La búsqueda de equiparación llevaría a un incremento del 300% en la cuota en nueve años. Eso no puede ser. Nuestros rendimientos son lo que son", señala Bajén. 

Lázaro apunta que otra vía sería destopar la cotización que ahora está limitada para algunos autónomos. "A partir de los 47 años se tiene limitada la elección de base por parte del autónomos. No se puede subir todo lo que quieren", critica. 

UPTA Aragón apuesta por un sistema "mixto", de voluntariedad y cierta obligación a la hora de computar los ingresos, pero una vez superadas las consecuencias para los autónomos de la crisis sanitaria. "Que haya un mínimo de obligación pero no en este momento", insiste Bajén, ya que siguen afectados por las restricciones y los cambios de hábitos sectores como la hostelería y el comercio. "En los sectores tradicionales se está destruyendo tejido productivo. Si ahora decimos que les van a subir cuotas se nos irán", añade. Pide que si tienen que cotizar autónomos que antes no tenían obligación "que sea por cantidades mínimas como la tarifa plana".

El Gobierno  ha pedido datos a Hacienda para conocer los rendimientos que declaran los autónomos y conocer cuántos se encontrarían en cada tramo. Bajén calcula que el autónomo medio ronda los 1.500 a 1.600 euros. Las organizaciones de autónomos se toman con calma las negociaciones porque creen que falta mucho camino por recorrer aún.

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