Grupo Lobe obtuvo el año pasado un beneficio de 7,2 millones de euros antes de impuestos, lo que supone más que duplicar la cifra respecto a 2016. Así lo ha destacado este viernes el director general de la compañía aragonesa, Juan Carlos Bandrés, quien ha indicado que en 2017 manejaron un volumen de negocio de 335 millones y ha avanzado que prevén cerrar 2018 con una facturación de 80 millones.

Bandrés, que ha presentado los resultados económicos y financieros del ejercicio 2017 y los retos de futuro, ha recordado que la firma inmobiliaria gestiona en este momento 1.566 viviendas en diferentes fases entre Madrid, Valencia y Zaragoza, de las cuales el 75% están vendidas. Además, ha hablado de 409 millones en volumen de gestión y de un margen del 15%.

Asimismo, el directivo se ha referido a una nueva etapa en la que el "puntal estratégico" de la empresa va a pasar por que todos los nuevos edificios "tienen que estar equipados con certificado Passivhaus (el estándar más exigente en materia de eficiencia energética en edificación". Hay que resaltar que el Plan Estratégico de la empresa para 2017-2020 contempla construir y certificar bajo el estándar casa pasiva 1.066 viviendas y que Grupo Lobe creó el primer edificio residencial Passivhaus certificado en Aragón (Residencial Scenia en Zaragoza). "El cliente no acaba de tomar en consideración la diferencia entre una vivienda ejecutada y una nueva. Lo que queremos hacer es que la nueva tenga unas características totalmente diferenciales", ha añadido.

Bandrés también ha hecho hincapié en la apuesta de la compañía en la innovación, a la que destina un 7% de su beneficio lo que se traduce en medio millón al año.