Clara Arpa, la consejera delegada de la compañía aragonesa Arpa, especializada en el desarrollo y fabricación de equipos móviles de campaña, se erigió este miércoles en la mejor exponente de la voz de las pymes en España en lo relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Lo hizo en la comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Senado, donde reivindicó el papel de la pequeña y mediana empresa en el diseño de las estrategias que España debe defender como país en el impulso de esa Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que queda muy clara en la Carta de Naciones Unidas.

Arpa compareció en la sala Clara Campoamor de la Cámara Alta como representante de la "típica pyme del tejido industrial español" que sabe lo que es trabajar en actividades relacionadas con infraestructuras de salud, de agua y saneamientos en entornos rurales y que puede aportar mucho en la búsqueda de esos objetivos de desarrollo sostenible que ayudarán a España como país por la experiencia que da el hecho de tener a la propia Secretaría General de la ONU como cliente.

Experiencia

La directiva zaragozana dejó claro desde el principio de su alocución el terreno en el que trabaja la compañía fundada por su padre hace 50 años al diseñar, desarrollar, fabricar, desplegar y mantener –dijo– soluciones logísticas de campaña integrales tales como hospitales, campamentos o viviendas sociales. Una empresa que trabaja con colectivos desplazados o en situación de precariedad, «bien por motivos de trabajo, por emergencias, por catástrofes o por conflictos», lo que ha demostrado con contratos para ejércitos como el español o el de Arabia Saudí o para entidades y organizaciones no gubernamentales centradas en atender a víctimas de terremotos y otras situaciones adversas.

Habló Clara Arpa de la veteranía de una empresa que ha vivido todo tipo de situaciones pero que "ha sabido adaptarse a los nuevos retos de un mundo cambiante" sin olvidar que la internacionalización marcó su actividad desde el principio, vendiendo en Cuba, y que le ha hecho realizar proyectos en más de 70 países.

En esa adaptación a nuevos tiempos situó Clara Arpa la apuesta de la compañía por la RSC, impulsada de manera decisiva hace tres años, tanto con el apoyo del plan RSA difundido por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) como por trabajar en la formación de toda la plantilla. "Hay que producir, consumir y gobernarse de una manera diferente", apuntó al recalcar la importancia de dejar atrás modos de gestión caducos para ir a otros más acordes con los tiempos actuales. Cuatro directivas de la compañía, incluida ella misma, reseñó, se apuntaron a un curso sobre RSC impartido por la Universidad de Zaragoza que duró seis meses, lo que supuso el inicio de la formación recibida por el conjunto de la plantilla.

Arpa habló en la citada comisión del Senado, presidida por Alberto Fabra, en representación de esa pyme española que parece estar infrarrepresentada en foros como el de ayer (en el que hablaron también representantes de Mapfre y la Cruz Roja). Todo ello a pesar de constituir el 99,87% del total de las empresas españolas (3.274.924 de las 3.279.120 registradas a 1 de enero pasado, según precisó). "Ténganos en cuenta para la cooperación, sabemos hacer las cosas bien", dijo la directiva aragonesa al respecto. "No nos dejen atrás, cuenten con nosotros", concluyó en su discurso inicial, al que siguió un turno de preguntas en el que reconoció que "es difícil sacar a la gente de su zona de confort", pero aseguró que vale la pena hacerlo para trabajar mejor en el ámbito de la cooperación internacional.

En la participación de Clara Arpa en esta comisión del Senado tuvo mucho qué ver la senadora Rosa Santos, del Partido Aragonés (PAR), quien vio con claridad la importancia de que las pymes estén bien representadas en la búsqueda de los ODS.