Fitch sube la nota a España por los datos de mejora de la economía y el menor déficit

La reducción del déficit y una mejora del mercado laboral y la dinámica fiscal contribuirían a una nueva subida.

La agencia de calificación de riesgos Fitch ha elevado este viernes la nota de la deuda española debido a la mejora de las perspectivas económicas y las condiciones financieras, el progreso en la reducción del déficit público y el menor riesgo de que el sistema bancario vuelva a desestabilizar la economía.


Fitch ha subido la calificación un escalón (de BBB a BBB+) y la ha situado en un aprobado alto, tres peldaños por encima del considerado como bono basura, además de asignarle una perspectiva estable que deja la puerta a abierta a futuras revisiones al alza.


El Gobierno ha celebrado la mejora de la nota, que ha asumido como un reconocimiento de su compromiso con unas reformas que darán solidez a la recuperación económica, ayudarán a controlar el déficit y permitirán crear empleo neto ya este año, han afirmado fuentes del Ministerio de Economía y Competitividad.


Fitch ha considerado que España está en una tendencia económica positiva, que le permitirá crecer el 0,8 % este año y el 1,5 % en 2015, cuando en sus anteriores previsiones de octubre pronosticaba un avance de apenas el 0,3 % para este año y del 1,1 % para el próximo.


Del proceso de consolidación fiscal, ha destacado el esfuerzo realizado para disminuir el déficit público entre 2012 y 2013, años todavía de recesión económica, mientras que para el actual ejercicio prevé que se reduzca al 5,7 % del PIB, una décima por debajo del pronóstico del Gobierno.


A pesar de ello, ha subrayado que el déficit público sigue siendo elevado y que el peso de la deuda en la economía no ha dejado de crecer desde 2008 (11 puntos porcentuales de promedio cada año), en tanto que prevé que alcance el 104 % del PIB en 2016.


Otros factores de menor peso en la decisión de Fitch han sido el reequilibrio de la balanza de pagos y las reformas estructurales llevadas a cabo en el ámbito laboral, financiero, en el sistema de pensiones y próximamente también en el sistema tributario.


En opinión de la agencia, la calificación otorgada a España refleja una economía más diversificada y con mayor valor añadido, que desde 2008 ha ido experimentado importantes mejoras de productividad, así como el desendeudamiento progresivo del sector privado.


No obstante, ha explicado que la nota sigue siendo inferior a la de otras grandes economías avanzadas porque España presenta mayores riesgos de solvencia como consecuencia del ajuste económico y financiero en la zona del euro.


Asimismo, ha señalado que las perspectivas de crecimiento a medio plazo son aún débiles en comparación con otros países y que el alto nivel de deuda pública hace vulnerable a España, aunque valora el fuerte compromiso del Gobierno con la disminución del déficit y el endeudamiento.


Entre los factores que contribuirían a una nueva subida de nota ha citado un progreso más rápido en la reducción del déficit, una mejora del balance externo y una sostenida recuperación económica que mejore el mercado laboral y la dinámica fiscal.


Por el contrario, los elementos que llevarían a una bajada de nota serían la perspectiva de que siga aumentando la deuda pública más allá de lo esperado, el debilitamiento del compromiso con la reducción del déficit o el desequilibrio de la balanza de pagos.


Además, Fitch ha realizado su revisión sobre varios supuestos, que incluyen la ausencia elecciones anticipadas antes de 2015, que no habrá crisis constitucional en España, el mantenimiento de la política económica en líneas generales y el compromiso con los futuros gobiernos con el descenso del nivel de deuda pública.


También ha dado por hecho que tanto España como la zona del euro evitarán caer en una deflación de larga duración, aunque ha subrayado que el ajuste de la competitividad de España continuará ejerciendo presión a la baja sobre los precios en el medio plazo, lo que dificultará el desendeudamiento del sector público y privado.