CAI ZARAGOZA

Zizic, puro coral balcánico

El croata alcanza un acuerdo con el CAI Zaragoza a falta de que se desvincule del Galatasaray turco. El pívot llega para ser la referencia que necesita el equipo.

Andrija Zizic ya estuvo en la Copa del Rey de 2005 celebrada en Zaragoza con el Barça
Zizic, puro coral balcánico
CARLOS MONCÍN

Es Croacia una cuna en la que el baloncesto encuentra buen acomodo. Heredera del depurado método yugoslavo, la cantera centroeuropea es una de las más punteras. Es un caldo de cultivo donde alimentar jugadores como Andrija Zizic, el refuerzo elegido por el CAI Zaragoza para afrontar la segunda vuelta de la Liga donde deberá rubricar su permanencia en la ACB.


Tanteado el zoco comunitario, el club ha parecido dar con una buena panacea para su terna interior que ha mostrado estar seriamente dañado de salud. Tras la gélida expresión que adorna con sus profundos ojos azules, se esconde un cuatro rocoso, con movilidad y que sabe manejarse espalda contra espalda con los pívots rivales gracias a un trabajado juego de pies. Con un buen tiro de media distancia, Zizic ofrece fiabilidad cada vez que afronta el ataque al aro. Una alhaja que llamó la atención de DKV Joventut y de Real Madrid antes de navidades.

Antes de tener que poner en regla su pasaporte para jugar más allá de sus fronteras, el pívot ya había vestido la elástica de las principales referencias baloncestísiticas de la liga adriática en Croacia. Pasó cinco años en el KK Split y algo más de una campaña en la Cibona de Zagreb. Dos clubes que, junto al KK de Zadar, forman parte de la monarquía deportiva del territorio balcánico. Allí logró en la temporada 2002-2003 ser el máximo reboteador de la competición con 8,2 capturas de media cada semana.


Su visado lo firmó Joan Montes, ex técnico del FC Barcelona, quien ávido de una columna para su juego interior, cazó a Zizic en enero de 2005. Con el atuendo azulgrana, y 25 años, se estrenó por primera vez en un escenario internacional. Su paso fue breve. Apenas seis meses. Fue uno de los sacrificados a la llegada de Ivanovic. En ese periodo, jugó 21 partidos en los que promedió 6,7 puntos, con un 52% de acierto en tiros de campo, y 3,1 rebotes en algo más de 17 minutos de juego por partido. En su primera y única aventura en España, pasó por Zaragoza para disputar la Copa del Rey, donde su equipo cayó en cuartos de final contra el Pamesa. En Grecia acabó de dar lustre al nombre que borda en su dorsal. Se enroló en el Olimpiakos, pasó allí dos temporadas, disputando Euroliga y competición doméstica. Acabada su estancia en el Pyreo, se pasó al eterno rival, el Panathinaikos, embrujado por la decana musa del Obradovic, campeón continental. Acabó por ser víctima de la reforma del equipo heleno tras perder su corona.


Decidió en verano mirar más allá del Bósforo. Acabó por saltar a Turquía maravillado por una oferta del Galatasaray. Allí en once partidos ha promediado 9 puntos y 4,3 rebotes en 17 puntos por partido en la Liga Turca, y en la ronda previa de la Eurocup firmó un registro de 11 puntos y 5,8 rebotes en cada uno de los cuatro choques que disputó. Su último compromiso con esta camiseta, este mismo martes, se culminó con una discreta estadística de 6 puntos y 4 rebotes en 35 minutos de juego. A pesar de que la dirección del club buscaba un refuerzo que guerrease ante el Cajasol, las intimidades del mercado, conocidas también como burocracia, parecen haber apagado este deseo. Y no es que el jugador no haya mostrado su deseo de salir del club otomano, donde lleva más de un mes sin ingresar la nómina, lo más rápido posible. A raíz de esto y, para desvincularse de su actual club, ha presentado una denuncia ante la FIBA para rescindir su contrato. La resolución tardará unos días.


Su aterrizaje propiciará la salida de Starosta. El abanico del checo apunta en tres direcciones: que rescinda el contrato con el CAI; que salga cedido a un equipo de LEB; o que siga en la dinámica de entrenamientos, aunque no contaría con ficha. Una ficha que tendrá Andrija Zizic. Un trozo de valioso coral del arrefice que supone el baloncesto balcánico.