REAL ZARAGOZA

Sin respuesta

La nula reacción del Zaragoza en su declive contrasta con la resurreción de varios rivales directos hasta hace poco.

Las fatídicas señales que envuelven al Real Zaragoza conducen sin remedio a la catástrofe: una grada legítimamente sublevada, el miedo grabado en los rostros, el fútbol desaparecido y prisionero de la ineficacia, la fortuna extraviada y el ánimo reventado. Pero nada estremece más que la inercia derrotista que arrastra el equipo desde noviembre. No resulta sencillo averiguar una víctima propiciatoria con la que resurgir porque no aparece fútbol ni autoestima, por mucho que los mensajes se empeñen en llamar a la fe. Pocas palabras se han visto marcando goles.


En el declive sostenido del equipo se descubre una persistente ausencia de respuestas. Solo las variaciones de entrenador trajeron estímulos. Garitano le derrotó al Murcia, Irureta empató al Racing y ganó al Athletic, y Villanova venció al Atlético antes de que, como a sus precursores, el efecto llegada se le diluyera entre las manos.

Conforme el Real Zaragoza se ha ido hundiendo inapelablemente en la tabla, menos capacidad de reacción ha manifestado. Cada aproximación al abismo ha incrementado la impotencia, en un síntoma propio de equipos desalentados, depresivos y dóciles.


Es evidente que el carácter del Real Zaragoza, cuya lucha en verano se anunciaba en escenarios menos turbios, no se ha adaptado a los agobios y exigencias de la zona baja. Esto contrasta con la resurrección emprendida por varios equipos que hace poco más de una vuelta (21 jornadas) aparecían como enemigos irreales e inconcebibles.


Tomando como jalones la jornada 10ª (antes de perder ante el Valladolid y desenfundar la crisis) y la jornada 19ª (fin de la primera vuelta y despido de Víctor Fernández), se observa la ingente pérdida de puntos del Real Zaragoza y la radical desigualdad entre su evolución y la de algunos de los equipos que han estado salpicados por el descenso durante el año. En realidad, solo Valencia y Murcia han seguido una línea de caída equiparable. Aparte del Levante, condenado antes de preguntar.


Otros, por el contrario, se han propulsado hacia la salvación. Como ejemplo, Athletic y Betis le han sacado al Real Zaragoza 17 puntos de diferencia en 21 jornadas; el Getafe ha recopilado 16 más; Valladolid, Almería y Deportivo, 15; el Recreativo, 11; y Osasuna, 9.


Destacan las progresiones de Deportivo, Athletic y Betis, tres de los cinco mejores de la segunda vuelta y que acarician la salvación definitiva. Huyeron desde el peligro y las posiciones arriesgadas. Ellos, como Almería o Getafe, sí supieron amoldarse a la delicadeza de sus situaciones y reaccionar.


Mientras, al Zaragoza se le consume el tiempo para hacerlo. Aunque quizá el tiempo sea ahora el único clavo al que agarrarse.