DAKAR 2010

Ruge la máquina

El miércoles pasado se vivió una jornada 'predakariana' en Zaragoza. Antes de partir para El Havre (Normandia-Francia) donde partirá el Mitsubishi Montero DI-D, el equipo Coviar Raid Team, con Javier Grasa al volante, realizó unos test previos en el circuito Evasión 4x4.

La carta de presentación del equipo Coviar Raid Team en el Dakar 2010 la encabezan los hermanos Grasa, Javier y Miguel, y, a renglón seguido, su Mitsubishi Montero DI-D. La primera escudería aragonesa en coches que participa en el mítico raid, que cumple 32 ediciones, ha iniciado la cuenta atrás -el 2 de enero arrancará de forma oficial la competición-, y su "hijo", como cariñosamente llaman al vehículo, ya está listo. La máquina rugió por última vez el pasado miércoles. El Circuito Evasión 4x4 en La Cartuja fue el escenario de los últimos saltos y derrapajes del Mitsubishi, que se va a hacer mayor en tierras argentinas y chilenas, con el desierto de Atacama como temido escenario para los protagonistas.

"Ahora, sólo queda esperar con ilusión que llegue el momento de la verdad", resume Javier Grasa. Deportistas y coche llevan ya vidas separadas. El Mitsubishi Montero se encuentra desde hoy en Barcelona, en el centro de asistencia de Ariel Jatón, un preparador de vehículos de raids que terminó de dar forma al sueño de los zaragozanos. En la Ciudad Condal culminará su preparación: el 28 de noviembre lo trasladarán a la localidad francesa de El Havre donde embarcará para emprender la travesía en barco de un mes de viaje hasta el continente americano. El miércoles, en una soleada mañana, Javier Grasa, agarraba el volante y experimentaba el comportamiento del Montero en un trazado de cuatro kilómetros con saltos, horquillas y pasos complicados. Un coche, que se ha trasformado totalmente para la excepcional ocasión.

"El vehículo está hecho en fibra de carbono, por eso es tan espartano en presencia. Se ha dejado el chasis y se ha desguazado entero. Se ha preparado a fondo para una prueba de extrema dureza como es el Dakar", informa el experimentado piloto, un clásico en las carreras del Nacional y en las que sobresalen sus trece presencias en la Baja Aragón. En las puertas de piloto y copiloto se han instalado dos depósitos que almacenarán litro y medio de agua, necesaria para soportar la temperatura del interior. En el frontal se acumulan un sinfín de relojes, botones de distintos colores y aparatos que cobran vida cuando la llave de contacto gira y el motor habla. "Se han instalado dos terratrip, cuya utilidad fundamental es orientar al copiloto; mide los metros que recorres totales o parciales e informa de la velocidad instantánea y media. También está el sentinel, un sistema que anuncia si hay algún vehículo que obstaculiza el paso, o está accidentado. Fusibles o marcadores que avisan de los grupos delantero o trasero. Relojes que reflejan los dos depósitos de gasoil, de 120 y 170 litros, y que se van trasvasando de uno a otro; los que controlan la potencia del turbo, la temperatura del agua, la batería, las luces?", describe Javier Grasa. Faltará el GPS, que se instalará antes de comenzar la competición.

El técnico circuito de La Cartuja ha sido un "magnífico" banco de pruebas para estudiar el comportamiento del Mitsubishi, un coche "muy fiable" y que conocen "a la perfección". "Quizás las sensaciones son un poco distintas ahora. Las ruedas (Coopertires STT 235/85) son diferentes a las utilizadas en las carreras del Campeonato de España. Para el Dakar, además, no llevamos separadores de ruedas y se nota a la hora de hacerte con el coche, al trazar las curvas, al aterrizar de un salto? Casi hay que partir de cero", resalta.

La cita con el raid que alimentó su leyenda en África, y que dio el salto el año pasado a Sudamérica, durará 16 jornadas y recorrerá 8.600 kilómetros. Dentro de 45 días, Javier y Miguel Grasa volverán a abrazar a su 'pequeño'. Será en Buenos Aires. La cuenta atrás ya habrá terminado. El nuevo año les traerá el regalo más deseado. "Estamos mentalizados para terminar. Mi ilusión es que la gente viva la prueba con la misma pasión que nosotros", concluye Javier Grasa.