S.D. HUESCA

Roberto García: "Somos un equipo humilde pero vamos a dar guerra"

Tras anotar 22 goles la pasada campaña en Segunda B, el ariete del Huesca no ha notado el cambio de categoría y ya acumula dos tantos en dos jornadas.

A Roberto García se le quedaba pequeña la Segunda B, como atestiguaban los 22 tantos que marcó la campaña pasada y lo confirman los dos que ha anotado en su excelente arranque de liga. El "nueve" de la Sociedad Deportiva Huesca ha sumado ante el Castellón y el Nástic de Tarragona y es ya la referencia ofensiva del conjunto entrenado por Antonio Calderón junto a Rubén Castro.


Los dos monopolizan de momento la capacidad realizadora del equipo con dos por "barba" (Rubén no marcó ante el Nástic, pero sí en la Copa) y el madrileño se ha adaptado con suficiencia a la categoría de plata.


"Torreta", como le apodan sus compañeros, ha dado en los primeros compromisos de la campaña varias lecciones de cómo moverse entre líneas, adelantarse a los defensas o colocar balones lejos del alcance de los guardametas. Lo mismos valores que ya desarrolló en las temporadas anteriores pero multiplicadas por la dificultad de la nueva empresa y la dureza en todos los sentidos de los contrarios. "Bueno, se nota una diferencia, sobre todo, en el ritmo y en los nombres ilustres de algunos de los contrarios, pero al final es un juego de 11 contra 11 y se trata de ponerle más ganas que el contrario", analizaba.


Roberto cree que en esas "ganas" reside una de las claves del mayor o menor éxito que pueda alcanzar el Huesca en Segunda, puesto que "si le echas más ganas, llega la recompensa. Somos un equipo humilde que tiene que poner el cien por cien. Por eso vamos a dar guerra; en Tarragona ya pudimos vencer y a ver si lo logramos con el Eibar".


El ariete rompió todas sus marcas el curso pasado con un gran arranque de liga y un final en el que resultó decisivo para la presencia en el "play off" y el posterior ascenso. Ahora, "me encuentro bien, igual que el año pasado al principio. La pretemporada fue un poco más dura que la última por la exigencia, pero en las primeras vueltas me suelo sentir tremendamente cómodo". Resulta difícil aventurar pronósticos en una tierra por descubrir como la de la categoría de plata, y Roberto es el primero que no quiere marcarse un objetivo personal: "Solo quiero jugar y hacerlo bien y de momento se está consiguiendo. Ya sabemos que esto son rachas".


Abel Resino, míster del Castellón, subrayó en su día que Roberto y Rubén Castro conforman una de las delanteras con más pólvora de la categoría, y entre ambos ha nacido una sociedad que se espera fructífera. Sin "piques" ni siquiera en los entrenamientos y sí mucho trabajo por el bien común. "Nos llevamos bien y no hay piques, cada uno realiza su labor. Marque quien marque vamos a estar muy contentos; otro día lo hará Rubén y nos vendrá muy bien a todos. Y también está Nico Medina, que llega de un club de Primera. Somos tres delanteros que vamos a pelear, la competitividad es buena".


Roberto considera que las defensas son "más expertas" que las que se encontraba en Segunda B ya que "el año pasado iban a chocar contra el delantero; ahora lo hacen una vez y pueden irse para atrás y dejar que peines la pelota. A partir de allí, depende de la picaresca que tenga cada uno". Contra el Castellón lanzó ajustado al palo un tiro desde fuera del área, y en Tarragona se adelantó a rematar un pase largo a zagueros y portero...


¿Hay "Robertodependencia"? ¿"Rubéndependencia"? "Tenemos más gol de lo que se está demostrando, igual ahora empiezan a anotar Rodri, Vara o Sastre. No solo tenemos que cumplir los delanteros".


Roberto ya no está solo como una isla en el ataque azulgrana y puede apoyarse en Rubén y no ya solo en los interiores. "Así es más fácil coger la pelota de cara e ir hacia la portería", termina el madrileño.