FÓRMULA 1

Renault regresa a la escena del crimen

Alonso tratará de subirse al podio en Singapur, el mismo circuito en el que se accidentó deliberadamente Nelson Piquet en 2008

Algunos mecánicos de Renault preparan el coche de Fernando Alonso, ayer en Singapur.
Renault regresa a la escena del crimen
efe

Cinco días después de la sentencia por el "escándalo Renault", la Fórmula 1 regresa a Singapur, la escena del "crimen", donde hoy comienzan los preparativos para el segundo Gran Premio nocturno de la historia. Tras el sucio 'affaire' de manipulación de resultados por parte de Renault, la Fórmula 1 quiere distraerse con las tareas cotidianas.

 

A la luz de 1.500 reflectores, la excitante lucha por el título electrizará de nuevo a los espectadores en Asia. Y algunos pilotos no pierden las esperanzas, pese a que la realidad sea clara. Entre ellos estará el piloto español Fernando Alonso, que tratará de subir al podio en la carrera nocturna de Singapur, el escenario en el que se produjo el accidente de su compañero de equipo, el brasileño Nelson Piquet, durante el pasado año, y que tanto escándalo ha originado en las últimas semanas. Un año después del fingido percance de Piquet, que facilitó así el triunfo de Alonso, gran parte de la atención se centra ahora en la actuación de Renault.

 

El circuito urbano de Singapur tiene las mismas características que el de Mónaco, en el que los coche tienen que llevar la mayor carga aerodinámica posible y las suspensiones más blandas para tener mayor adherencia en la salida de las curvas. Y esto, a priori, hace favoritos a los Brawn GP de Jenson Button y Rubens Barrichello, que dominaron en el principado.

 

Sin embargo, los cambios introducidos en el R29 de Fernando Alonso, que ya fue competitivo en Hungría el pasado verano en un circuito también de máxima carga aerodinámica, hacen que el español pueda aspirar al podio. También está previsto que los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen y del italiano Giancarlo Fisichella luchen por los primeros puestos, así como los Red Bull del australiano Mark Webber y del alemán Sebastian Vettel.

 

"Lucharé hasta el último minuto. El objetivo es la victoria en todas las carreras que quedan", prometió ayer Vettel. El alemán, tercero de la general con 54 puntos, es consciente de la dificultad de alcanzar, en las próximas pruebas, el liderato del Mundial. "La diferencia de 26 puntos es, sin duda, bastante grande. Y será difícil recuperarla. Pero en todo caso lo intentaremos", anunció Vettel.

 

Pero el líder ya no teme al rival de Red Bull, y menos aún tras su decepcionante octavo lugar en Italia. "Rubens es ahora mi mayor adversario. Hasta final de temporada lucharemos ambos por el título", opinó Button.

 

Con 80 puntos en la actualidad, Button aventaja en 14 a Barrichello, quien, en el ya cercano ocaso de su carrera, quiere hacer realidad su sueño: ser campeón del mundo. "Es una sensación maravillosa tener esa posibilidad", dijo el brasileño tras la victoria obtenida en Monza.

Dadas las especiales condiciones en Singapur, cualquier precaución es importante, porque los pilotos deben correr durante tres días en turnos nocturnos.

 

Iluminado como si fuera de día, el circuito urbano de Singapur exige a los pilotos al máximo, con un fuerte calor y 23 curvas. Quizás una buena forma de olvidar el "escándalo Renault" escenificado 12 meses atrás en esas mismas calles.

Briatore, "ni de visita"

Mientras, el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Max Mosley, sigue avivado la polémica. Ayer reiteró que Flavio Briatore, ex jefe del equipo Renault, no volverá a la Fórmula 1 "ni de visita", tras los incidentes ocurridos el pasado año en Singapur. "Renault va a continuar, pero Briatore no podrá volver a la Fórmula 1", dijo Mosley.

Aunque el equipo francés recibió una pena suave con la sanción de dos años en suspenso que le aplicó el consejo mundial de la FIA, Briatore fue excluido "por tiempo indefinido". Mosley fue rotundo: "Debemos mostrarle al mundo que no hay lugar en la Fórmula 1 para quien hace algo de esa gravedad. Briatore es cien por cien responsable", señaló.