CARTAGENA 1 - SD HUESCA 0

Otro revés arbitral

Ontanaya López anuló un gol legal a Víctor Pérez en el primer minuto, lo que condicionó el desarrollo del encuentro.

Antonio Longás y Luis Helguera buscan el esférico
Otro revés arbitral
HERALDO

A perro flaco las pulgas se clonan unas a otras. Ya sabíamos que al Huesca le faltaba pegada, pero con lo que no se debería cargar es con errores arbitrales de tamaña envergadura, que condicionan sobremanera el desarrollo de un partido.

 

El pagano fue Víctor Pérez, que marcó en posición legal cuando se habían jugado 22 segundos y Ontanaya, un 'clásico' en equivocarse ante el Huesca, señaló fuera de juego. Para añadir al saco de las calamidades el gol de los locales al filo del descanso, que lo marca de cabeza Rubiato, el nueve del Huesca, pero en el marco incorrecto.

 

El Cartagena es un equipo precioso, que disfruta desmontando el mito de que en Segunda solo se ven castañas. El partido era un gustazo porque estaba vivo hacia los dos lados, porque se apreciaba la apuesta de ambos equipos por ganar siendo cariñosos con el balón. En el Huesca funcionaba el bloque y en el Cartagena el bloque lo movía Longás, fantástico en la dirección, presente en todo lo que se cocinaba.

 

 En realidad es una pena verle triunfar fuera de Aragón cuando podría hacerlo en casa. Super clarividente, hace fácil lo fácil, cosa muy difícil. Es un ídolo en Cartagena, un ídolo que tentó a Doblas con un gran disparo que logró desviar el sevillano. Pese al gol en propia de Rubiato, el Cartagena no cejaba un ápice porque fuese ganando. Es un equipo que ocupa bien el campo, que ataca con sentido, que mueve la pelota con criterio y rapidez y en el que Longás se ha hecho el auténtico amo.

 

Viéndole ayer resulta un camelo que el Zaragoza le venga grande. Se trata de admirar lo que sí puede hacer y no quedarse anclado en sus carencias. La balanza le sonríe con creces para el que lo quiera o lo sepa ver. Cuando Calderón sacó toda la artillería, el partido se equilibró en dominio, aunque Tato tuvo la sentencia. Doblas desbarató el mano a mano. En los últimos minutos, el Huesca apretó pero sin hacer daño.