REAL ZARAGOZA

Leo Franco reivindica la portería

En su particular pugna con Doblas por la tituralidad, el argentino firmó en Vigo su partido más completo desde que llegó. Si a ojos de la mayoría ya partía con ventaja sobre el andaluz, Balaídos ha podido decidir.

Leo Franco para un balón en Balaídos.
Leo Franco reivindica la portería
EFE

Leo Franco ha podido provocar en la mente de Gay la adopción definitiva de la decisión sobre quién ha de ser el portero titular del Real Zaragoza el domingo en el estreno liguero de Riazor. El sobresaliente partido del argentino en Vigo, sustentando con media docena de intervenciones el último triunfo estival de la pretemporada, puede decantar el duelo veraniego que ha mantenido con Toni Doblas para tomar el testigo de Roberto Jiménez y Carrizo bajo los palos zaragocistas, que quedaron huérfanos de dueños al término de la pasada campaña con el adiós de su anterior pareja de inquilinos.Leo Franco, veterano y diplomático, no quiso abundar demasiado en lo que él sabe que fue una gran noche en el terreno particular. "Pude ayudar al equipo y se logró la victoria. Eso es lo único importante", dijo con modestia en su tono pausado y cortante. Al internacional albiceleste no le cabe ni un gramo de presión en su cerebro. A sus 33 años, con centenares de partidos del más alto nivel a sus espaldas (Mundial, Liga de Campeones, UEFA), afronta su debut oficial como zaragocista con absoluta calma. "No tengo ninguna incertidumbre por saber si voy a jugar o no en La Coruña. Afronto los próximos días con la única intención de trabajar. Es lo que he hecho siempre a lo largo de todos mis años de carrera", asegura.

Gay ha ido alternando a Franco y Doblas durante los partidos serios de este verano. Sin sustituciones, dándoles los 90 minutos completos indistintamente para que fueran adquiriendo confianza en un puesto clave en cualquier equipo. Hasta anteayer en Vigo, ninguno había logrado sobresalir por nada. Todos los duelos habían sido más bien planos desde el punto de vista de los guardametas. Ningún rival había provocado tantas intevenciones de alto rango como lo hizo el Celta. En Balaídos, Leo Franco dio su particular golpe de mano. "Cuando uno tiene la oportunidad de jugar, hay que aprovecharla. Y el mejor momento de demostrar que puedes ser titular son siempre los partidos", dice el guardameta argentino. "Además, siempre es interesante ganar el último partido antes de iniciar la Liga porque te empuja a tener confianza", apostilla llevando al terreno colectivo su éxito particular.

Franco ya sabe que, el año pasado, La Romareda trituró a su compatriota Carrizo. Que esta es una plaza dura para cualquier arquero. Y que, como una leyenda negra, está instaurado en el ambiente ese adagio que asegura que nunca triunfó aquí un portero sudamericano. Por eso, quizá, el nuevo especialista del Real Zaragoza responde a esto con listeza, con una coraza de personalidad que anuncia un reto personal para romper con esa maldición. "Ya llevo mucho tiempo aquí (en España) y sé que se pasa de un cero a un diez y de un diez a un cero en un solo día. Siempre mantengo esa idea. Hoy por hoy, hay muchísima prensa, muchos ojos viendo fútbol. Y todo el mundo intenta ver, opinar y aprender. Eso hace que todos pasen del cero al diez y del diez al cero con suma facilidad. Lo tengo asumido", asegura advirtiendo que las posibles críticas, si llegasen en momentos de dudas, no le van a afectar.

Franco anuncia que es un hombre curtido. Que va a ser complicado que caiga afectado por cualquier tendencia ambiental, sea cual sea el signo de la misma. "Durante un partido, ni te tienes que crecer ni te tienes que hundir según vayan surgiendo las acciones en la portería. El arquero está obligado a mantener un equilibrio emocional siempre", asevera como filosofía personal.

Leo, tras su fugaz paso por el potente Galatasaray turco donde no vivió una buena experiencia, vuelve a la Liga española con ganas de poner un brillante broche final a una dilatada carrera. Este Real Zaragoza de los tiempos difíciles es su nueva estación, quien sabe si la última. Y, por ahora, se siente a gusto con lo que ve. "La defensa la veo muy bien. Hacemos un trabajo muy fuerte en esa línea. El míster trabaja mucho ese aspecto y se están asimilando bien las ideas que él nos pide. Existen otras cosas que, evidentemente, hay que mejorar. Pero el equipo tiene muy claros los conceptos básicos del juego. Ahí tenemos una gran ventaja", afirma.

Franco no quiere apelar a la veteranía de hombres como él, Edmilson, Jarosik, Contini o los propios Diogo y Ponzio para basar el éxito defensivo del año que comienza. "Los años no hacen la experiencia cuando el jugador es inteligente. Y en el Zaragoza tenemos de eso: jugadores con una gran capacidad mental para asumir lo que han de hacer". Lo dice un guardameta con 300 partidos en la Liga española.