LA MODA SE EXTIENDE A OTROS DEPORTES

Las vuvuzelas llegan al béisbol

Las ruidosas trompetas hicieron su debut en un partido de las Grandes Ligas de Estados Unidos, con una versión reducida, pues miden la mitad de las sudafricanas. Los jugadores calificaron su sonido como "algo terrible, insoportable, brutal y fuera de lugar".

La polémica moda de las vuvuzelas que se ha instaurado en el Mundial de Sudáfrica 2010 no ha pasado desapercibida en Estados Unidos y una versión más reducida de las "ruidosas" trompetas también hicieron su debut en el béisbol de las Grandes Ligas.


El escenario de la inauguración de las vuvuzelas estadounidenses fue el Sun Life Stadium, de Miami, donde el equipo local de los Marlins de Florida se enfrentó el sábado a los Rays de Tamba Bay, en duelo de interligas.


Los directivos de los Marlins vieron como una gran idea el regalar a los fanáticos que llegasen al campo una pequeña trompeta, la mitad de larga que las ya famosas y "ruidosas" vuvuzelas que utilizan los aficionados que siguen la competición de la Copa del Mundo en Sudáfrica.


Antes que diese comienzo el partido, algunos peloteros de los Marlins ya comenzaron a bromear en el vestuario con el fuerte y monótono ruido que producen las trompetas, que muy pocos quieren, pero que a las que nadie se atreve a erradicar de los campos.


La experiencia que se generó con la promoción de los Marlins no ha tenido más efecto positivo que la se vendieron el doble de entradas, pero en absoluto cayó bien ni entre los profesionales ni en la mayoría de los fanáticos.


Además, los Marlins perdieron por 9-8 en 11 entradas y algunos ya culpan del sonido de las trompetas a todos los problemas que se generaron durante el partido, especialmente en cuanto a la comunicación normal que se debe dar en un partido entre el manejador del equipo y los jugadores.


De ahí que la derrota, el partido y todo lo que se generó en el campo será recordado, especialmente, por el ruido estruendoso que provocaron los fanáticos que recibieron nada menos que 15.000 trompetas, la nueva versión estadounidense beisbolera de las vuvuzelas sudafricanas.


Tal fue el ruido que también llevó a la confusión entre el piloto de los Marlins, el cubano Fredi González y el árbitro principal Lance Barksdale.


La confusión llegó cuando se entregó las tarjetas del orden de bateo después de hacer varios cambios en el noveno episodio y Barksdale no los entendió como se los explicó González.


"No puedo decir que todo el ruido que se vivió durante el partido fuese la culpa de la derrota o triunfo de un equipo, pero está claro que fue algo poco normal en el juego del béisbol", comentó González.


Aunque González no quiso entrar en la polémica, si lo hizo el piloto de los Rays Joe Maddon, quien fue categórico cuando dijo que las trompetas debían ser prohibidas en el béisbol, al definirlas como algo sin sentido y además se quejó de que "son molestas".


"Hay cosas que son agradables y otras no. Esta no lo es", agregó Maddon. "E incluso podría atribuirse la confusión de anoche, si la hubo, al hecho de que estaba tan ruidoso todo el ambiente".


Aunque las trompetas regaladas por los Marlins fueron más pequeñas que las del mundial, su ruido "enfureció" a los peloteros y árbitros, que de inmediato trataron de buscar solución poniéndose tapones en los oídos.


No hubo ni un sólo jugador de los propios Marlins que se mostrase a favor de la idea promocional que tuvo el departamento de mercadotecnia del equipo.


Las expresiones más suaves que dijeron los jugadores sobre el sonido de las vuvuzelas fueron de "algo terrible", "insoportable", "brutal" y "fuera de lugar".


Solamente, el piloto de los Medias Blancas de Chicago, el venezolano Ozzie Guillén, dijo desde Washington, donde su equipo jugó contra los Nacionales, que a los campos de béisbol no se iba a jugar a golf sino a un deporte donde el ruido forma parte del medio ambiente.


"Que yo sepa nadie se ha quejado por el ruido que se escucha cuando comienzan los partidos", comentó Guillén. "Los jugadores del béisbol no son Tiger Wood...el deporte del béisbol se supone que debe disputarse con un medio ambiente ruidoso".


Por su parte, David Samson, presidente de los Marlins, destacó que la promoción de la entrega gratuita de las vuvuzelas había sido todo un éxito.


"Fue notable", comentó Samson. "Recibí dos correos electrónicos de gente de mayor edad y corrimos sus asientos porque era muy ruidoso. Para darles una idea, es el menor número de correos recibidos para las muchas cosas que pasan durante un juego".


Pero también admitió que las vuvuzelas no tendrían de ningún otro tipo de promoción dentro de la organización de los Marlins, aunque la misma fue todo un acierto con el doble de aficionados en las gradas de los que normalmente acuden a ver jugar al equipo.


Sin embargo, el sonido de moda del Mundial de Sudáfrica 2010 no tendrá ningún futuro dentro del béisbol profesional y deporte pasatiempo nacional, por lo que las vuvuzelas, en la versión estadounidense, llegaron para irse de inmediato.