REAL ZARAGOZA

Las sanciones, peligroso riesgo para Pamplona

Cuatro futbolistas del Real Zaragoza están advertidos de castigo al acumular cuatro tarjetas amarillas: Gabi, Lanzaro, Ponzio y Contini..

La lapidaria frase de Gabi en la que advierte que el Real Zaragoza "no tiene nada que perder" mañana ante el Real Madrid, siendo cierta en lo puramente futbolístico, es incierta. El partido contiene una trampa peligrosísima pensando en el siguiente choque frente al Osasuna en Pamplona: cuatro jugadores de la plantilla aragonesa afrontan el envite ante los madridistas advertidos de sanción al tener acumuladas cuatro tarjetas amarillas: el propio Gabi, los defensas italianos Lanzaro y Contini y el comodín Ponzio.


Este importante componente de índole disciplinaria, tras analizar lo manifestado ayer por Gabi al respecto, puede incidir de manera relevante en el discurrir del partido ante el Real Madrid. "Tenemos que ser muy agresivos, pero sabemos que afrontamos dos partidos seguidos muy diferentes: Madrid y Pamplona. Y el del Osasuna será decisivo, de nuestra liga. Debemos pensar en los dos choques. Somos muy pocos efectivos en la plantilla y perder cuatro jugadores importantes en un partido sería un hándicap muy importante para enfrentarnos al Osasuna", razonó el capitán zaragocista sin ningún rodeo.


En principio, todo apunta a que de los cuatro futbolistas amenazados con perderse el encuentro de Pamplona si mañana ven la quinta amarilla, solo dos van a ser titulares: Gabi y Lanzaro. Después, la entrada de Ponzio en la rueda de los cambios está prácticamente asegurada asimismo. Por lo tanto, van a producirse lances del juego en los que, quizá, la aplicación de estos hombres en sus funciones puntuales se vea coartada inconscientemente. Aun así, Gabi asegura que es muy difícil tener en cuenta estos detalles cuando el balón está en juego. "Yo, particularmente, voy a jugar como siempre. Intentaré no ver la tarjeta por hablar con el árbitro o protestar, pero si tengo que meter la pierna y dar alguna patada para cortar una ocasión del rival, lo haré", dijo.


En un partido siempre caliente, como lo son todos ante los grandes, se quiere evitar que alguien vuelva a caer víctima de una tarjeta roja (sería la séptima del curso). "Si ya nos está costando muchísimo ganar los partidos con once jugadores en el campo, con diez nos resulta casi imposible. Lo hemos hablado en el vestuario y no nos podemos permitir más lujos de quedarnos en inferioridad por expulsiones", avisó el capitán, que acabó su análisis con una frase curiosa: "A ver qué podemos hacer".