SD HUESCA

La fe de Quique

El míster azulgrana valora el extraordinario potencial del Dépor, pero ve a su equipo capaz de ganar mañana.

Quique Hernández, entrenador del Huesca, dirige una sesión de su equipo. El técnico cree en las posibilidades del conjunto oscense frente al Deportivo.
La fe de Quique
RAFAEL GOBANTES

Se palpa día hermoso. La visita del Deportivo de La Coruña a Huesca hay que situarla en el contexto que merece: un grande del fútbol español en las dos últimas décadas visita El Alcoraz. Cada temporada del conjunto azulgrana en Segunda, y ya van cuatro, hay una cita que pide detener el tiempo para valorar bien lo que significa. Ese punto álgido lo trae esta vez el Dépor de Lendoiro y Valerón. Casi nada.


Con la mesura que preside sus intervenciones, vaya la cosa bien, mal o regular, Quique Hernández, técnico del conjunto azulgrana, se refirió ayer a la fiesta de mañana: «Viene un equipo llamado a subir a Primera División por la trayectoria que tiene. Pero esta es una categoría difícil, en la que no se gana por el nombre o por la camiseta». Ahí queda el aviso del conductor de un equipo inconformista, que no se resigna a llevar tantas jornadas embarcado en las plazas de descenso. Y eso que Hernández, que se confiesa «amigo de Oltra» -entrenador de los gallegos-, sostiene que los blanquiazules «están cumpliendo, al estar en posiciones de ascenso».


Pregunta recurrente donde las haya para el míster azulgrana: ¿Cómo se le puede ganar a un conjunto de este potencial? La respuesta de Hernández, coherente, apunta que «jugando mejor que ellos, salvo que tengamos muchísima suerte».


El Deportivo se está mostrando más seguro en casa que lejos de su estadio, «al menos eso es lo que dicen los números», apostilla el preparador del Huesca. En cualquier caso, «no hay ningún equipo imbatible», añade, «y si han perdido partidos en la primera vuelta lejos de su campo es porque eran duelos complicados y no han estado bien».


No es difícil resaltar las armas del Dépor, porque conserva buena parte de las que lucharon estos últimos años en Primera: «Tienen jugadores de mucha calidad, que le dan un buen trato al balón. Quieren jugar desde atrás, con gente de la clase de Guardado, Bruno o el propio Valerón, al que no vamos a descubrir ahora».


Repasando las estadísticas de las anteriores temporadas en Segunda se comprueba fácilmente cómo los rivales de mayor enjundia se le dan bien al Huesca. Como equipo correoso y solidario que multiplica su motivación en estas citas, consigue poner en aprietos a la escuadra más engalanada. «Es evidente que la motivación es más fácil de lograr cuando juegas contra un rival de la categoría del Deportivo. Espero que la sepamos encauzar positivamente», subraya Hernández.


Por eso el míster valenciano no entra al trapo cuando se le plantea qué número de puntos firmaría contra sus tres próximos contrincantes (Deportivo, Hércules y Barça B). «No firmo nunca nada. Me fijo solo en el primer partido. Conozco muchos ejemplos, no solo vividos por mí, de que parece que viene la cuesta del Tourmalet y luego no es para tanto».


La hora del choque tampoco merece un análisis demasiado exhaustivo por el entrenador del Huesca. «El Dépor ya ha jugado más de un partido del Plus por la mañana. No es un tema crucial; se juega a las doce, pues a las doce y ya está». El equipo azulgrana está citado a las ocho y media en el hotel Sancho Abarca para hacer un desayuno conjunto.


Hernández confirmó que Rafel Sastre será baja para el encuentro, debido a la recaída que ha sufrido esta semana de sus problemas musculares. El recién llegado Llamas se perfila como titular.


¿Y el tema Gilvan? ¿Condiciona su posible marcha al Hércules el día a día del técnico azulgrana? «Es una situación con la que hay que convivir hasta el 31 de enero. Lo mejor que le puede pasar a Gilvan, se quede con nosotros o no, es que el domingo haga un gran partido y meta dos goles».