CAI ZARAGOZA

La cuesta de febrero

Tras cuatro días de descanso, la plantilla volvió a entrenar ayer para afrontar el tramo más complicado del calendario.

Mientras la mayoría de los mortales puede presumir de haber superado -con más o menos éxito- la enésima cuesta de enero que impone el calendario, los jugadores del CAI Zaragoza comenzarán a ascender el próximo domingo el repecho más duro de la segunda vuelta de la temporada. Una subida que llega pasado el ecuador de febrero y que puede presumir de una pendiente que incluso se alarga hasta principios del mes de marzo, cuando José Luis Abós y sus pupilos viajarán a la capital del baloncesto vasco para enfrentarse al Caja Laboral. Antes, ya habrán pasado por el pabellón Príncipe Felipe el Barcelona, recién proclamado campeón de Copa, y el Power Electronics Valencia.


Pero los jugadores del CAI, que ayer volvieron a los entrenamientos tras cuatro días de merecido descanso, ya empiezan a empaparse de la rutina con ánimo de escaladores. «Además de ayudarnos en el aspecto físico, este parón nos ha venido muy bien a nivel mental. Hemos desconectado y la gente de fuera ha podido ir a ver a sus familias o salir unos días de Zaragoza. Ahora vamos a afrontar el final de la temporada con las pilas cargadas», asegura Pablo Aguilar, quien espera dar la primera sorpresa el próximo domingo (12.15, Aragón TV) en un pabellón Príncipe Felipe que se vestirá de gala para recibir al Barcelona.


En este partido, Abós cortará la cinta inaugural de esta cuesta de febrero, una escalada a los picos más altos de la ACB en la que los jugadores del equipo aragonés no renuncian a «darle un susto a alguno de los 'grandes'».


Al menos, eso espera Carlos Cabezas, quien se encuentra en la fase final de su recuperación y pretende incorporarse al pelotón caísta en la segunda etapa de este ascenso, cuando su equipo se enfrentará a un Valencia que parece haber olvidado su desastroso inicio de temporada. Precisamente contra los zaragozanos, en la primera vuelta, Pesic estrenó banquillo e inició una revolución que les ha llevado a las semifinales de la Copa del Rey y a la quinta posición de la tabla.


«Tengo ganas de poder ayudar a mis compañeros en este tramo tan complicado de la liga», explica el base malagueño, quien recuerda que los partidos más decisivos para los intereses del CAI Zaragoza vendrán después del encuentro contra el Caja Laboral en Vitoria, cuando Abós y los suyos se despedirán hasta el mes de abril -con la visita del Real Madrid de Messina- de los actuales gigantes de la ACB.


«Debemos ser conscientes de que los encuentros que realmente necesitamos ganar vendrán más tarde, cuando nos enfrentemos a nuestros rivales directos. Hasta ahora hemos estado casi perfectos en ese tipo de encuentros, y debemos seguir así», afirma el campeón del mundo, que ya ha empezado a tocar balón y, sobre todo, a recuperar sensaciones.


Y, con tanto 'grande' a la vista, la buena noticia la firma el casillero de victorias del CAI Zaragoza, que a estas alturas de la liga ya cuenta con un aval de nueve resultados positivos. Una renta de cuatro partidos respecto al Menorca Basquet, equipo que ahora mismo marca la línea del descenso, que permite encarar este difícil bache del calendario con ciertas garantías.


«Mientras no ganen los de abajo, no tenemos razones para preocuparnos. Pero estos partidos hay que afrontarlos con la intención de ganar. No podemos salir a la cancha a ver que pasa, sino jugarles de igual a igual, aunque sepamos que son equipos que están un escalón por encima de nosotros», reivindica un Paolo Quinteros que se agarra al «nada es imposible» y al calor de la afición del Príncipe Felipe, ante la que disputarán dos de estos tres encuentros. «En casa, con el apoyo del público, nos hacemos muy fuertes. Además, ya hemos demostrado que les podemos poner las cosas difíciles a los equipos grandes de la ACB», explica un motivado Quinteros.

El 'factor descanso'

Mientras los próximos rivales del CAI han jugado la Copa y siguen vivos en la Euroliga, los de Abós han disfrutado de un tiempo muerto que ha permitido recuperarse a varios jugadores. Un 'factor descanso' que no impidió que Miso no se entrenara ayer y que DP tuviera que someterse a unas pruebas para evaluar sus dolores en la pierna.