CAI ZARAGOZA

La charla que motivó a Starosta

El pívot checo no sentía la confianza de su técnico, decidió hablar con él, Segura le pidió más agresividad y todo quedó aclarado. Dicho y hecho. Starosta reaccionó ante el Lleida: anotó, reboteó y forzó muchas faltas.

Al CAI Zaragoza le sale todo bien. pero no es una cuestión de suerte. Las victorias, el buen juego, los fichajes, la afición... Todo está de su lado, pero se debe en gran medida a la profesionalidad de los protagonistas. El grupo (jugadores y técnicos) está unido, cree en el proyecto, aspira al ascenso y eso provoca que haya una enorme sinceridad entre ellos. Cuando no hay trapos sucios, cuando todo se habla a la cara, cuando la gente pone de su parte para entenderse, lo normal es que todo salga bien, y eso es lo que ocurre en el seno del equipo rojillo. Un claro ejemplo de esa implicación y de esa voluntad de mejorar es el pívot checo Ondrej Starosta. El gigantón no estaba jugando demasiado bien, no sentía que el técnico confiara en él y antes que "rajar" o dar la espalda al problema, decidió afrontarlo con valor y honestidad. Habló con Segura, solucionaron las cosas y el viernes completó un buen partido. La charla motivó a ambos y el resultado fue inminente.


Fue al acabar el entrenamiento de hace justo una semana. El bueno de "Ondra" le dice a Curro que quiere hablar con él y se sientan detrás de la mesa de anotadores. Tenía sus motivos. No recibía la confianza del entrenador, algo importante para todos los jugadores, y quería saber "en qué aspectos podíamos mejorar, ya que no me siento igual que el año pasado", reconoció él mismo.


El checo afrontó el problema y Segura no solo le comentó que le faltaba agresividad en la cancha y algunos detalles más sino que le hizo salir en el quinteto inicial el viernes. Y es que el pívot había dicho que le afectaba un poco el no comenzar los encuentros.


Starosta respondió. Acaparó la atención de los pívots rivales, anotó once puntos, cogió nueve rebotes y forzó hasta cinco faltas personales. No podían pararle salvo con faltas y esa agresividad demostrada hizo que el técnico hasta le saludara de manera distinta (con más cariño y dándole ánimos) cuando lo reemplazaba.


"Necesitamos a Ondra porque su presencia intimida, logra cambiar tiros y domina el rebote, algo que nos permite correr. Confiamos en que en la segunda vuelta veremos al mejor Starosta", aseguró Curro tras derrotar al Plus Pujol Lleida.


El CAI funciona, y si hay algo que no va como es debido, se soluciona. Y es que el mayor valor del equipo es un grupo humano ganador y humilde.