La brecha continúa aumentando

Una jornada menos y un punto más de diferencia. Tras el empate a uno ante el Getafe, el Real Zaragoza continúa hundiéndose en las profundidades de la clasificación mientras observa impertérrito como el resto de equipos consiguen ir sumando en su lucha por escaparse de él. Atorado, con dos puntos obtenidos de los últimos 33 disputados, el conjunto aragonés continúa quemando hojas en el calendario sin ofrecer una respuesta a su galopante crisis deportiva.

Poco a poco, el descenso a Segunda División se dibuja en el horizonte zaragocista como un mal al acecho que parece imposible de eludir. Igual que en la recurrente pesadilla en la que, al tratar de huir de un peligro, el cuerpo permanece inmóvil, haciendo caso omiso a los impulsos mandados desde el cerebro, el cuadro blanquillo se muestra capaz de reaccionar a cualquier estímulo de los aplicados. Ni el el cambio de técnico, ni de alineación o de sistema... Nada funciona en un grupo capaz de mostrar tímidas muestras de recuperación para, seguidamente, incurrir en los viejos, repetidos e infantiles errores de siempre.

A pesar del punto logrado el sábado, todo un hito para un equipo del currículo de los zaragozanos, los resultados dados en la jornada colocan a ocho puntos la distancia con los puestos que, en estos momentos, garantizarían la permanencia un curso más en Primera. Especialmente perjudicial fue la victoria del Racing frente a Osasuna. Los cántabros, hasta su enfrentamiento con el Real Zaragoza el segundo peor equipo de la competición, acumulan dos triunfos consecutivos y colocan a Granada y Mallorca, equipos que marcan ahora la brecha.

De esta manera, el modesto objetivo de acabar la primera vuelta con 16 puntos, los mismos con los que se llegó el curso pasado, se desvanece de manera definitiva, complicando todavía más el milagro a realizar. Ahora, la cifra estimada por los aragoneses son los 14 puntos con los que se llegó hace dos temporadas, la de los siete fichajes invernales con Gay en el banquillo. Entonces, el objetivo se logró con una jornada de antelación, algo que en esta ocasión parece impensable.