La ansiedad de Cristiano

El portugués Cristiano Ronaldo afronta el Mundial de Sudáfrica con la presión de demostrar, con la selección de su país, su capacidad de liderar al equipo hasta llevarlo a lo más alto, como lo ha hecho en sus clubes. Esta situación y el hecho de que no haya marcado ningún gol con su selección en los últimos 15 meses le está creando una ansiedad que se trasluce en sus gestos y sus acciones dentro campo, con las que busca acabar con esa agonía que supone no anotar para un futbolista y goleador de su talla.

Esa frustración por las preguntas de la prensa le lleva, en Sudáfrica, a mantenerse apartado del primer plano. No habla desde hace días con los medios de comunicación y el pasado miércoles no participó en una visita a un safari con sus compañeros, ni tampoco en un entrenamiento destinado a los suplentes en el amistoso ante Mozambique, como fue su caso.

Su ausencia en el once titular llamó la atención, teniendo en cuenta que se trataba del último ensayo antes del Mundial; aunque el seleccionador de Portugal, Carlos Queiroz, justificó su suplencia por "opciones técnicas". Cristiano Ronaldo reconoció recientemente que se siente "triste y frustrado" por no haber conseguido esta temporada ningún título con el Real Madrid, aunque el madeirense demostró su valía y puso todo de su parte para levantar su primer trofeo vestido de blanco.

A esta frustración hay que sumar su situación en Portugal, pero el capitán luso no rehúye en el terreno de juego la presión que recibe en todos los ámbitos, incluida la procedente de propios compañeros, quienes depositan en sus espaldas buena parte de sus probabilidades de éxito.

Buen ejemplo de ello fueron las declaraciones de Deco, que indicó que Portugal no puede ser considerado favorito por su historia, pero que la mera presencia de Cristiano Ronaldo contribuye a aumentar sus posibilidades en el Mundial. "Tenemos un equipo fuerte, con grandes jugadores. Contamos con un futbolista que es uno de los mejores del mundo, si no el mejor", dijo recientemente Deco, que aseguró que Portugal tiene "más calidad" que en el Mundial de Alemania de 2006, donde finalizaron cuartos.

En la cita alemana, Ronaldo ya daba lecciones de buen fútbol con su selección, aunque todavía se encontraba protegido por un capitán, Luis Figo, y un seleccionador, Luiz Felipe Scolari, que tenían un gran carisma y le mantenían algo alejado de la primera línea de atención.

Tal era el papel fundamental de Figo en la selección que tuvo que regresar al combinado luso tras anunciar su retirada para ayudar al equipo nacional a clasificarse para el Mundial de Alemania.

Proyecto de líder

A pesar de su indudable calidad técnica y su carácter ganador, a Cristiano todavía le falta un punto de madurez para convertirse en ese líder que todo equipo necesita. Mientras lo consigue, el jugador del Real Madrid es el centro de todas las miradas. El portugués sufre un mal similar al otro gran jugador del momento, el argentino Leo Messi, que tampoco logra trasladar a la albiceleste el fútbol que ha desplegado en el Barcelona.

Cristiano ha prometido que su mala racha de goles con Portugal acabará en el Mundial para llevar lo más lejos posible a su selección, que se estrena ante Costa de Marfil el próximo día 15. Pese a no marcar desde hace 15 meses, cabe recordar que Cristiano, con apenas 25 años, es el séptimo máximo goleador de la historia de la selección portuguesa, empatado con Nené.