La llegada de Jonathan dos Santos al Real Zaragoza, opción por la que Javier Aguirre viene peleando desde mayo y que ha estado muy cerca de cuajar en las últimas dos semanas, pudo quedar abortada por completo el sábado por la noche.

Cerca de la madrugada de ayer domingo, el FC Barcelona y el Chelsea rubricaban los documentos por los que el centrocampista Oriol Romeu era transferido del club catalán al londinense a cambio de 5,5 millones de euros. Una operación que sonó a imposible cuando comenzó a gestarse un tiempo atrás y que, sin embargo, ha terminado con el prometedor 'cerebro' azulgrana en Stamford Bridge.

Simultáneamente al remate de este sorprendente traspaso, Eusebio Sacristán, el nuevo entrenador del Barcelona B, solicitaba a Andoni Zubizarreta (director deportivo del Barça) que detuviese en seco las negociaciones que el club culé mantiene con el Zaragoza para colocar a Jonathan dos Santos en La Romareda y otorgarle un interesante periodo de promoción en Primera División con la camiseta blanquilla (el Barcelona siempre se guardaría cláusulas de recuperación del futbolista al término de las respectivas temporadas que se firmasen en el traspaso, casi pactado por unos 250.000 euros más la inclusión del joven Joel Valencia en el lote, que dejaría la Ciudad Deportiva zaragocista para incorporarse al juvenil A del Barça).

En esa decisión de Eusebio puede estar la clave del resquebrajamiento definitivo del fichaje del pequeño de los Dos Santos por el Real Zaragoza. Pese a que Romeu es un centrocampista puro, un mediocentro académico, y Jonathan ha jugado mayormente hasta ahora como segundo delantero o en la línea de medias puntas, Eusebio pretende que, con la salida de Oriol al Chelsea, el joven mexicano pretendido por Aguirre se retrase en el esquema táctico del filial barcelonista y sea el nuevo timón de su juego. En cualquier caso, Eusebio ha suplicado a Zubizarreta que no devalúe al equipo B del campeón de Liga y Europa, que bajo la batuta de Luis Enrique (ahora en el Roma), se clasificó en tercera posición en la pasada liga. Y ello pasa por mantener en el mismo a Jonathan dos Santos como condición indispensable, según el parecer del recién llegado técnico.

En el seno del Real Zaragoza ha cundido la preocupación -con buenas dosis de malestar- a lo largo de las últimas 24 horas, una vez fueron conocedores de la postura de Eusebio que puede dar al traste con más de seis semanas de conversaciones entre clubes y el representante del jugador (Jorge Mendes) y dejar en agua de borrajas un fichaje con el que Aguirre ya contaba. Aunque todavía no se tiene confirmado el no definitivo del Barcelona, los rumores, insinuaciones y detalles que llegan desde la Ciudad Condal en las últimas horas han instalado el pesimismo en los despachos nobles de La Romareda, circunstancia que no pasa desapercibida en el gesto y la actitud de Aguirre en la concentración de Soria.

En el comienzo de la última semana de julio, a solo cuatro días para viajar a Inglaterra para ensamblar el equipo -según recogía el guión del entrenador blanquillo cuando diseñó la pretemporada en mayo-, este contratiempo, si acaba haciéndose realidad como se teme, esto solo sirve para añadir nervios y tensión al trabajo de Agapito Iglesias en su intención de reconstruir casi por completo la plantilla zaragocista.

Joel Valencia, afectado de rebote

Como efecto colateral a la ruptura del fichaje de Jonathan, si al final Zubizarreta hace caso a la petición de Eusebio, surge la figura de Joel Valencia. El prometedor mediocentro ecuatoriano de la cantera zaragocista tiene desde junio apalabrado su pase al Barça (para jugar en el equipo juvenil de entrada) dentro de una operación más amplia en la que llegaría algún refuerzo al primer equipo aragonés (posteriormente, se supo que era Jonathan), como informó HERALDO. Si Dos Santos se queda en el Barça, Joel lo hará en Zaragoza y jugará en el filial de Segunda B.

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