REAL ZARAGOZA

Gay llama al orden

Pide a sus jugadores compromiso, ayuda y solidaridad entre ellos para poder ganar al Getafe de Míchel

Entrenamiento del equipo antes de partir hacia Getafe
Gay llama al orden
TONI GALÁN/A PHOTO AGENCY

Una semana más, el Real Zaragoza se enfrenta a una necesidad básica: a la exigencia consabida de obtener una victoria que lo sostenga, que lo alivie de penalidades mayores, que lo salve de la zona más comprometida y le permita mirar hacia delante con algo de reposo. Este es el compromiso de esta tarde, como lo es desde hace unas cuantas jornadas. La empresa acaso sea en el Coliseum Alfonso Pérez más compleja que la semana anterior, habida cuenta de que se juega fuera de casa y el rival de turno es el Getafe. Pero aun así, no varían las obligaciones aragonesas. Son las que son, con independencia de la envergadura del contendiente. A esta cita se acude con la necesidad de ganar. Tampoco cabe reparar en que allí nunca se ha salido victorioso en duelo librado en Primera o que en más de una ocasión se ha saldado la partida con derrota abultada.

 

Si el Real Zaragoza quiere levantar la vista y mirar con optimismo fundado el porvenir debe alcanzar el triunfo. El debate adquiere esta vez un punto de radicalidad, o, si se quiere, de ausencia de matices. La zona de descenso se halla a la distancia de un punto y el calendario que enseguida se avecina dibuja cuesta arriba considerable.

 

José Aurelio Gay y Nayim han enfocado el encuentro desde esta perspectiva descarnada, de objetividad pura. Quieren hacer del pragmatismo un primer aliado. Para ello han solicitado a sus jugadores entrega, sacrificio, compromiso, solidaridad de unos con otros. Dicho en roman paladino, tienen que correr más que el contrario. Es así de simple. Éste es, sin duda, uno de los pocos capítulos en los que el Zaragoza puede superar al Getafe si se lo propone con obstinación. Por realista y veraz, supone un buen punto de partida.

 

No hace mucho tiempo atrás, el conjunto madrileño no era nadie en el fútbol de élite español. Su vida transcurría por las categorías inferiores. Sin embargo, hoy acredita más contenido que el Real Zaragoza desde casi todos los puntos de vista que se adopten, excepción hecha de la historia. Su presente es más brillante y presentable.

 

En su modestia institucional, el equipo de Míchel dispone de más coherencia interna, tiene un proyecto mejor definido, cuenta con un conjunto más hecho, disfruta de futbolistas de más talento, tiene un entrenador con más horas de vuelo y ha mostrado más gol y menos debilidades defensivas. El Getafe ha evolucionado correctamente desde que ingresó en la categoría de los elegidos.

 

Por lo que respecta al Real Zaragoza, no hace falta repasar aquí y ahora los problemas de fondo que le lastran desde hace años. Los de esta campaña también son conocidos, sobre todo por ser una extensión de aquellos. En un terreno más concreto, quizá se esté poniendo a prueba la fuerza de la revolución de invierno. En un primer momento (frente al Tenerife, Sevilla y Valladolid) pareció que iba a ser la solución a corto plazo; pero la derrota sufrida ante el Sporting de Gijón en La Romareda ha pasado su factura. Si hoy se reincide, vendrá otro tiempo de incertidumbre acusada.

 

Gay recupera a Ander Herrera para asumir la dirección del equipo. El canterano ha cumplido con su partido de sanción y regresa a su sitio en el centro del campo. Maduro o no, sobrado y suficiente o no para estas circunstancias, se ha convertido en la pieza maestra. La suerte del juego ha quedado anudada a él en buena medida. A su lado, no quedan más que piezas de complemento. Se presume que hoy será Gabi quien le acompañe más de cerca. Arriba, Gay deberá elegir entre Lafita y Eliseu, que arrastra las secuelas de una gastroenteritis. En la portería, puede que sea la hora de Roberto, hasta ahora guardameta suplente. Los fallos manifiestos de Carrizo están a punto de abrirle la oportunidad.

 

En el Getafe, Míchel contará en la vanguardia con Soldado, que está a la espera de ser padre y del que se reconoce en las filas rivales cierta dependencia. La alineación más probable es la más común en sus planteamientos.