Tras frenar el domingo pasado la racha de tres derrotas consecutivas gracias al empate a uno en Éibar, el siguiente reto para la SD Huesca de Antonio Hidalgo se llama El Alcoraz. Los azulgranas repiten papel en las dos próximas jornadas. Tanto frente al Elche el domingo (16.15) como contra el Albacete justo una semana después ejercerán de anfitriones, rol que hasta la fecha no se les ha dado precisamente bien y en el que para corregir el rumbo se hace necesario una mejoría. De hecho, un triunfo con los ilicitanos sería no solo el primero del técnico llegado en sustitución de Cuco Ziganda, sino también el que borraría el cero que luce ahora mismo el casillero de victorias en casa.

Dejando a un lado otros aspectos y centrando el análisis en los resultados, parte importante de la culpa de que el Huesca se encuentre en estos momentos en la penúltima posición con solo ocho puntos sumados tras once jornadas y con la salvación situada a tres la tiene su rendimiento en El Alcoraz. Lo que durante la temporada pasada se convirtió en uno de sus pilares, en la actual hasta la fecha no ha dejado de causar dolores de cabeza.

Los azulgranas han disputado cinco encuentros ante su afición en los que solo han sumado dos puntos, los de los empates con el Mirandés (1-1) y el Villarreal B (2-2). En su primera cita en su hogar perdieron con el Tenerife (0-2) y en las últimas dos ocasiones se repitió el marcador, 0-1 con el Sporting y el Eldense.

Tras éste último compromiso se produjo la destitución de Ziganda. Fue un partido en el que de nuevo volvió a haber quejas contra el palco y el aún entrenador dentro de un ambiente difícil que denotó el descontento existente. De hecho, la La Liga ha remitido un escrito de denuncia al Comité de Competición de la RFEF y a la Comisión Antiviolencia dando cuenta de los cánticos contra el portero rival, Zubiaurre, el ex del Huesca, David Timor, el árbitro Cordero Vega, y el presidente de la Fundación Alcoraz, José Antonio Martín ‘Petón’. Según se expone, todos procedieron de la grada Gol Norte, concretamente de la zona situada junto a la pancarta ‘Grada FSSR’.

Aunque por regla general, la actitud hacia los jugadores ha sido de apoyo, estos se reconocen tensos a la hora de jugar en El Alcoraz sabedores de que su rendimiento no ha sido hasta ahora el deseable. Hidalgo, durante su presentación, pidió a la afición “que esté con nosotros, que nos siga empujando y anime como hasta ahora”. “Todo lo que ha conseguido este club es en gran parte por su culpa”, recalcó. Para revertir la situación quiere un equipo luchador que se atreva a ir hacia arriba y que muestre carácter y empuje, algo que ya se hizo notar en Éibar.

En el Elche, el Huesca se va a encontrar a un recién descendido cuyo inicio no ha sido el esperado. Dirigido por el argentino Sebastián Beccacece, mismo técnico con el que acabó el último curso, es el 16º con trece puntos. Se ha impuesto en tres ocasiones, ha firmado tablas en cuatro y ha caído en otras tantas. Sus últimos resultados son un 2-1 a favor con el Andorra y un 1-1 con el Eldense. 

El Albacete, que la temporada pasada llegó a jugar el ‘play off’ siendo un recién ascendido, ahora mismo se situá el 12º con 14 puntos, a cinco de esa zona noble. Ha ganado cuatro veces, empatado dos y perdido cinco. En su penúltimo compromiso cedió por 0-2 con el Levante y en el más reciente, por 3-0 con el Oviedo. De hecho, como visitante solo tiene tres puntos, los del 1-2 en Alcorcón. Antes de llegar a El Alcoraz, debe recibir al Sporting.

Echando la vista más adelante, salir airoso de este pequeño tramo del calendario sería importante de cara a un mes de noviembre en el que en el horizonte del Huesca aparecen el Amorebieta, el Espanyol, el Real Zaragoza y el Valladolid.