La SD Huesca está afrontando su segunda campaña consecutiva en Segunda División tras su último descenso, una temporada en la que ha tenido que apretarse el cinturón, ¿en qué momento se encuentra el club?Al igual que el fútbol español, atraviesa por un periodo de cambios y transición en el modelo de organización y crecimiento. Nuestro objetivo es conseguir cuanto antes los puntos que nos permitan seguir consolidando nuestro proyecto en el fútbol profesional y, a partir de ahí, si hay nuevos retos u opciones tratar de aprovecharlos. Ya no estamos en Primera División ni contamos con la ayuda al descenso, nos hemos tenido que acomodar a una nueva realidad de ingresos atendiendo a que tenemos una capacidad limitada para generarlos. No dejamos de ser el club de una provincia pequeña en cuanto a población.

En los últimos tiempos el fútbol también ha tenido que capear con circunstancias como la covid, los vaivenes económicos o la incertidumbre de la guerra en Ucrania.Los clubes no somos ajenos a la realidad que nos rodea. En las dos temporadas en las que hubo que afrontar de lleno la pandemia se vieron reducidos los ingresos de áreas como la venta de entradas, camisetas o la realización de eventos que precisamente se estaban potenciando para no depender tanto de los derechos de televisión y que tenían mucho que ver con la socialización. En el Huesca estamos siguiendo un plan diseñado para asegurar la viabilidad económica y deportiva del proyecto.

Ese proyecto tiene una importante ligazón con su provincia. Hay abonados en 239 localidadesEs algo esencial, no se puede entender la SD Huesca sin comprender que más que el club de una ciudad, lo es de una provincia. Actúa de fuego tribal, como el punto de unión que implica acudir a ver el partido, a disfrutar con el equipo e incluso acompañarlo fuera.

Más allá del plano social, también está el empresarial.Todo responde a una unidad de acción. Como proyecto de territorio, integra a personas, empresas y capacidad de desarrollo. Es nuestra principal fortaleza, la ligazón a nuestro entorno. Hemos hecho un recorrido al respecto, pero aún debemos exigirnos mucho más. También tener flexibilidad y capacidad de adaptación.

Se mira mucho lo más cercano, pero también se están haciendo apuestas fuera, algunas muy lejos como en Japón.Es algo que va a ser natural en todos los clubes. Nosotros nos estamos pudiendo introducir allí a través de iniciativas como la SDH Academy puesta en marcha junto a Shinji Okazaki, uno de nuestros exjugadores que ha querido mantener el vínculo. Implantarte en otros lugares da una proyección reputacional y tiene también un componente a nivel de negocio. Hace que los derechos de televisión puedan valer más y también que haya más interés fuera por conocerte. En cualquier caso, hay que fijar las estrategias en función de las posibilidades.

También va cogiendo color el proyecto de cantera que representa la Base Aragonesa de Fútbol en cuya residencia ya han entrado niños en el actual curso.Es un reflejo de toda la filosofía del club. Lleva el apellido ‘aragonesa’ por su voluntad de ser un espacio de referencia para el fútbol de la Comunidad. Sin pretender acaparar, pero sí queriendo dar una posibilidad más a los jóvenes valores de Aragón.

Y en todo el plan de consolidación y crecimiento, ¿qué papel juega el renovado Alcoraz?Uno muy importante, pero no solo el campo, sino el espacio que lo rodea. Se trata de generar un estadio que no sea una isla, sino que a su alrededor surjan opciones que ayuden a mejorarlo, a que sea más visitable y a que se integre más y mejor en la ciudad.