fútbol
El Huesca logra un empate (1-1) ante el Eibar que no le saca del fondo de la tabla, pero que mantiene su línea positiva
La SD Huesca y el Eibar protagonizaron un peleado partido ante un rival directo. Sandro adelantó a los visitantes en el tramo final, pero Diop empató rápido.
La SD Huesca se quedó sin el premio gordo, la victoria, pero al menos consiguió un empate en su visita al Eibar que deberá hacer bueno en el recibimiento al Celta de la próxima jornada. Los azulgranas, en esta ocasión con la equipación blanca de respeto, tenían la oportunidad en Ipurua de haber abandonado el farolillo rojo e incluso, en función de los resultados del resto de sus rivales directos, salir de los puestos de descenso. Nada de eso ocurrirá al final de la jornada 25, aún a pesar de haber protagonizado un encuentro serio en el que si algo no faltó fue la brega y la lucha, y en el que queda un debe que ya parecía solventado, las acciones a balón parado. En un córner, llegó el 1-1 definitivo de los de Mendilibar.
Enfrente, se encontraron al conjunto que marcaba la permanencia, un oponente en crisis y lleno de dudas. Después de ochenta minutos de igualdad y pocos acercamientos por parte de ambos, todo se aceleró en el último tramo. Primero Sandro, nada más sustituir a Escriche, en la que era su reaparición tras su última lesión y la primera vez que se ponía a las órdenes de Pacheta, marcó el 0-1. Sin embargo, los vascos reaccionaron rápido e incluso pudieron haberse llevado la victoria si Álvaro no lo evita con una gran parada. En total fueron dos los minutos en los que los oscenses estuvieron momentáneamente fuera del descenso.
La primera parte fue del gusto del Eibar, se jugó a lo que interesaba y proponían los vascos. Con su característica defensa adelantada que ahoga la salida de balón del rival, causaron muchos aprietos a los visitantes, que se vieron demasiado forzados a jugar en largo ante la imposibilidad de avanzar metros de otra manera. Apareció poco Seoane, Doumbia, única novedad en el once con respecto a la victoria ante el Granada (3-2), tampoco se prodigó en exceso y Ferreiro tuvo que hacerse con el esférico con demasiados metros por delante.
Aún así, las dos mejores aproximaciones oscenses pasaron por sus botas. La primera fue al poco de empezar, un ataque bien trenzado desde atrás y peleado por Mir en el que el gallego acabó dándole el último pase al murciano, que a escasa distancia de la meta de Yoel disparó alto. En la segunda, rompió las líneas con un envío a Escriche. Éste, ya dentro del área, antes que rematar, prefirió buscar a Mir, que, de haber salido bien, se hubiese plantado ante la portería. Sin embargo, Arbilla, que tuvo que sustituir a los 17 minutos a Bigas, lesionado, estuvo rápido y abortó la opción. Más allá de esas acciones, el bagaje ofensivo de los de Pacheta se redujo prácticamente, a un centro de Escriche y a otro de Galán que se fue cerrando creando cierta incertidumbre, pero que acabó fuera.
En los armeros, el peligro resultó mucho más escalofriante. La primera vez que se le erizó el vello al Huesca fue con una doble oportunidad de Kike García, que no aprovechó la buena combinación entre Pedro León y Sergi Enrich, aún a pesar de haberse colado entre Pulido y Siovas.
Después, más allá de un remate alto de Enrich, el Eibar prácticamente no volvió a inquietar a Álvaro hasta que Pedro León, en el desenlace del periodo, disparó al travesaño. Controló entre Maffeo y Pulido, buscó dónde estaba la portería y solo la madera impidió un gol que tampoco encontró ya en la prolongación Expósito.
El segundo acto se puso en marcha con los de Mendilibar de nuevo husmeando el 1-0. Kike García percutió primero lejos de los tres palos y después ya entre ellos, aunque sin potencia. El disparo fue la respuesta a un buen acercamiento del Huesca en el que Ferreiro había sentado a Arbilla para centrar a Seoane, que se relamía esperando el cuero hasta que Pozo se metió de por medio.
El choque se abrió con más idas y venidas que antes del descanso y con Ferreiro marcando el ritmo de los suyos. Superada la hora de juego, Pacheta optó por mover ficha. Se fue Doumbia y entró Mikel Rico, que en los días anteriores había tenido problemas físicos. Es decir, deshizo la única variante que había introducido de inicio en su alineación.
Corrían los minutos y ninguno de los dos equipos conseguía hacer daño. Era el Eibar el que tenía la posesión lo que no implicaba que el Huesca estuviese incómodo. De hecho, cerca estuvo de adelantarse en una aproximación nacida de las botas de Galán que Ferreiro continuó y que ni Siovas ni Mir acertaron a rematar.
Para entonces, ya había entrado en el terreno de juego Sandro, recogiendo el testigo de Escriche. El delantero canario, que llevaba seis jornadas sin jugar, no pudo tener mejor regreso. En un centro de Maffeo al que no llegó Mir sí lo hizo él para superar a Yoel y adelantar a los suyos en el minuto 81.
La alegría duró poco. Diop restableció el empate y poco después Álvaro salvó un nuevo tanto armero sacando un remate de Kevin Rodrigues. Para los últimos minutos entraron Pedro López por Maffeo y Sergio Gómez por Mir. Sandro tuvo un mano a mano, pero estaba en fuera de juego y el marcador ya no se movió.
El resultado fue justo, la carrera es larga y todavía quedan muchas metas volantes. Aunque la oportunidad en Éibar para asomar la cabeza fuera del pozo era buena, el equipo confía en que habrá más.
Ficha técnica
SD Eibar: Yoel; Pozo, Oliveira, Bigas (Arbilla, 17), Cote (Rafa Soares, 78); León (Rodrigues, 79), Diop, Expósito, Bryan Gil (Aleix García, 79); Sergi Enrich (Muto, 70) y Kike García.
SD Huesca: Álvaro; Pulido, Siovas, Insua; Maffeo (Pedro López, 87), Galán; Seoane, Doumbia (Rico, 64), Ferreiro; Escriche (Sandro, 73) y Mir (Sergio Gómez, 87).
Goles: 0-1, min. 81: Sandro. 1-1, min. 83: Diop.
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Cote (60) y Pedro León (73), y a los visitantes Galán (36) y Maffeo (40)
Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada de liga de Primera División disputado en Ipurúa sin público.
