El hombre fuerte de la medular

La dificultad de dar salida a sus jugadores mejor pagados mantiene al Real Zaragoza petrificado en lo que a la adquisición de caras nuevas se refiere. La confección de la plantilla que deberá acometer el regreso a Primera División posee actualmente su máxima prioridad en el apartado de bajas, impidiendo vislumbrar la forma definitiva del plantel blanquillo para la temporada 2013/14.

De sobra conocidos son los futbolistas nominados para abandonar la disciplina zaragocista: Roberto, Apoño, Postiga, Pintér... Ninguno de los cuales, sin ir más lejos, tomó parte del amistoso que el cuadro de Paco Herrera disputó este sábado ante su filial en Alcalá de la Selva. Los nuevos límites económicos en los que se mueve la entidad aragonesa no permiten su estancia, condición que, lamentablemente, resta fuerza a la hora de negociar con otros clubes, sabedores de las necesidades del Real Zaragoza por vender.

Así lo ha explicado en más de una ocasión el nuevo director general del club, García Pitarch. El cual, eso sí, siempre ha querido remarcar que, en previsión de una situación similar, siempre quiso dotar al equipo de un “núcleo duro” con el que ir trabajando mientras la situación se va despejando. En ese grupo de jugadores clave para el curso que ha de comenzar a mediados de agosto se encuentra, sin duda, Mario Paglialunga. El que ha de ser el hombre fuerte de la medular zaragocista para la próxima campaña.

Poco a poco, el argentino va conociendo a sus nuevos compañeros. Vestuario en el que, según ha comentado, ha logrado integrarse desde el primer día. “Todos los chicos me han hecho sentir bien desde que llegué y con esto de la pretemporada, de comer y cenar juntos, nos vamos conociendo más”, declaró este domingo, después de haber disputado sus primeros minutos en el centro del campo aragonés.

Claro que de los partidos de preparación pocas conclusiones se pueden extraer. Así lo dice el propio interesado: “No he dado mi mejor versión porque estamos en pretemporada y con el trabajo que estamos haciendo las piernas no están sueltas como deberían estar. Creo que algo hemos hecho bien pero que todavía queda mucho por mejorar”. Sea como fuere, el nuevo 'cinco' zaragocista tiene claro lo que se pretende de él. “Soy mediocentro defensivo, debo cubrir los espacios cuando quedan. Es un poco mi función, aunque me tendré que adaptar a lo que pida el equipo”, analizó el centrocampista.

Paglialunga sabe que su función en el Real Zaragoza es vital. Más en una competición, la Segunda División, que rara vez ofrece concesiones al rival. Un hábitat que ya conoce gracias a su experencia en el Hércules. “La Segunda no es fácil. Yo solo he estado seis meses, pero algo sé. Los campos no son fáciles y nadie te regala nada. En Primera no he jugado, pero dicen que quizás se juega un poco más. En Segunda hay muy pocos espacios y no se gana ni con la camiseta ni con el nombre”, repasó.

Unas dificultades que, sin embargo, no le impiden afirmar, de manera clara y rotunda, que el objetivo de los blanquillos debe ser “ascender este año”. No hay más.