Real Zaragoza

Los retos del Zaragoza real

Un triunfo en Barcelona, ante el Espanyol, y las dos derrotas en casa ante el Valladolid y el Málaga marcan un imprevisto inicio de competición liguera para el Real Zaragoza. El cuadro aragonés precisa tiempo para desarrollar esa ‘revolución’ deportiva e institucional que pretende impulsar. ¿Cuáles serían las vías por las que debe conducirse el conjunto de La Romareda tras el despegue competitivo?


1. La creación de equipo. El cierre del mercado de fichajes y la sorpendente incorporación de Movilla han acabado por dar forma definitiva al Real Zaragoza. Es verdad que Manolo Jiménez había solicitado unos refuerzos complementarios que no han llegado, pero ahora todos saben cuál es su papel en el grupo y el técnico debe dar forma a las piezas de que dispone para sacarles el máximo rendimiento.


Jiménez dispone ahora de dos semanas para compenetrar al equipo, confeccionarlo a su medida, pulir los defectos y amoldar a sus jugadores a lo que quiere de ellos.


En una Liga de enorme igualdad, la diferencia que ha encontrado el Real Zaragoza con el Valladolid o el Málaga ha sido precisamente su rodaje: el orden, el saber estar, su conocimiento propio.


Esgrimió Manolo Jiménez que quería la plantilla “casi cerrada” para Navaleno. Se va a tener que conformar con una minipretemporada de dos semanas para acabar de dar forma al equipo.


2. Mantener la tranquilidad. Resulta decisivo para el desarrollo del trabajo. No se pueden perder los nervios –ni la ilusión- cuando apenas se han disputado tres partidos de Liga. El Zaragoza viene de un tiempo muy oscuro, en el que se ha envuelto de inquietud y desconfianza. Hay que aprender de los errores, que han sembrado de dudas la institución, para vigilar que no se vuelva a ese territorio.


En el ámbito deportivo, Manolo Jiménez se convirtió en artífice principal –decisivo- de una imprevista remontada que dejó el Real Zaragoza en Primera. Se ha ganado los galones que acreditan al líder del proyecto zaragocista.


3. Recuperar la confianza. El Real Zaragoza se trastabilló ante el Valladolid, se levantó en Cornellá y se ha vuelto a estampar en casa ante el Málaga. Precisa encontrar las cosas de cara –como le pasó ante el Espanyol-, dominar con solvencia un partido, ganar. Y, desde ahí, creer en sí mismo. Es verdad que Jiménez no tiene todo lo que quiere, pero dispone de argumentos futbolísticos para competir con solvencia. Más aún en una competición de enorme igualdad, en la que los partidos se resuelven en los detalles pequeños –los que le gustan al técnico sevillano-.


Ha recalcado el técnico que el objetivo primero es la permanencia –lo sabe de sobra el zaragocismo-, pero desde ahí, la formación blanquilla podría aspirar a más.


4. El compromiso de la plantilla. El Real Zaragoza que quiere Manolo Jiménez es un proyecto a medio plazo. Sin embargo, desde este primer año en el que el andaluz figura como manager conforma una escuadra en la que requiere el compromiso de la plantilla. Lo hace primero desde la continuidad de futbolistas que estuvieron con él la campaña pasada y vivieron la agónica salvación del equipo.


Lo apuntala con futbolistas a los que conoce y a los que convence para que se sumen a la iniciativa que él abandera, en la que él está singularmente expuesto.


Y se acaba de perfilar con jugadores jóvenes, con hambre de fútbol, dispuestos a ganarse un hueco en el fútbol de élite; y de otros con calidad indiscutible, pero que precisan un impulso en su carrera deportiva.


El cóctel ha de servir para construir un equipo, para hacer un conjunto. Para que el Zaragoza, de la mano de Manolo Jiménez, encuentre el camino que ha perdido en los últimos años.


Y a pesar de que el Campeonato esté ya en marcha, tras el parón liguero el Real Zaragoza volverá a empezar, con nuevas claves, el domingo día 16 en Anoeta. El que ha de ser un nuevo Zaragoza de verdad.