Manolo Jiménez recupera piezas de cara a preparar el próximo compromiso liguero que el Real Zaragoza deberá disputar ante el Barcelona. Así, en la sesión de entrenamiento celebrada este miércoles en la Ciudad Deportiva, solo Luis García se ejercitó al margen del grupo. El asturiano, que faltó el martes a causa de un proceso vírico que le hizo padecer fiebre, realizó carrera continua para, posteriormente, retirarse en solitario al gimnasio.

El resto de la plantilla pudo estar a las órdenes del entrenador zaragocista. Incluidos Mateos, Apoño y Álvarez, quienes, por diferentes motivos, tampoco habían podido trabajar durante la primera sesión obligatoria de la semana. Además, Lanzaro, que fue baja en Gijón, completó el entrenamiento con normalidad, señal inequívoca de que podrá participar en el choque del próximo sábado si el técnico así lo desease.

Antes del ejercicio, los jugadores tuvieron una sesión de vídeo que duró en torno a los 20 minutos. Después, ya sobre el verde, el equipo comenzó a ensayar las posibles tácticas defensivas a desarrollar frente al Barça. Sistemas de contención ideados para frenar el fluido ataque catalán. Postiga y Aranda, además, ensayaron los remates a puerta. No en vano, aprovechar las pocas oportunidades de las que se disponga resulta vital contra los azulgranas. La sesión terminó con un partido en campo reducido con diez jugadores en un bando y once en el otro.