La máscara sigue acompañando a Víctor Mollejo en los entrenamientos. El delantero zaragocista prescindió de ella en el último partido, ante el RCD Espanyol, pero en las sesiones preparatorias en la Ciudad Deportiva todavía se le ve con este accesorio que, según declaró él mismo en una reciente entrevista en Aragón TV, le resulta “muy cómodo”.

Esta protección facial personalizada fue creada por Podoactiva en apenas 48 horas. El tiempo que tardaron los profesionales en tomar el molde y fabricar un diseño que, al ir orientado a la práctica deportiva, debe cumplir dos requisitos fundamentales: preservar el impacto y permitir que el jugador tenga suficiente visibilidad.

Para crear estas máscaras de fibra de carbono, se realiza un escaneo en 3D de la cara del deportista sin necesidad de tener ningún contacto físico con la zona lesionada -en este caso los huesos propios de la nariz que Mollejo lleva fracturados- y ese escaneo se envía a la sede de Younext en el Parque Tecnológico Walqa de Huesca, donde el departamento de ingeniería diseña el accesorio calculando con precisión tanto la geometría como el espesor que debe tener.

Una vez diseñada, según explican desde Podoactiva, “se utilizan tecnologías de impresión en 3D, mecanizado de precisión y termoadaptación multicapa para obtener la pieza final, cuyo peso oscila entre los 60 gr (gomas incluidas) y la adaptación a la cara del jugador es total”.

Así se se ha conseguido que Víctor Mollejo se sienta bien con ella. Veremos hasta cuándo, pues el futbolista, con la supervisión de los servicios médicos del club, será quién decida si la sigue empleando hasta ser operado a final de temporada.

Araujo se la quita

Distinto es el caso del barcelonista Ronald Araujo. La lesión de este no es en la nariz, sino en la mandíbula, y le está resultado más incómodo jugar con la máscara que le cubre la cara por completo. Tanto, que en el partido contra el Girona apenas duró media hora con ella colocada. Rebasado ese tiempo, la dejó en la banda del terreno de juego del estadio Olímpico Lluís Companys.