Para Jaime Sánchez Rubio, capitán del cadete de División de Honor, el Real Zaragoza es su "segunda casa". Como el resto de canteranos, en el 90 aniversario del club aragonés ha querido valorar lo que significa representar al escudo del león. 

Sánchez Rubio tiene a Alejandro Francés como ejemplo. Quiere seguir sus pasos para acabar alcanzando el primer equipo. "Voy a trabajar para lograrlo", adelanta, como representante de una de las canteras que "mejor trabajan de España".

La cantera del Real Zaragoza es una fábrica de talento. Su director, Ramón Lozano, es el arquitecto del departamento que proyecta el futuro del club. La metodología de trabajo de la Ciudad Deportiva es sinónimo de éxito. Ahí está el ejemplo de las últimas temporadas: los canteranos han sostenido al equipo cuando más falta hacía, cuando las urgencias apretaban.

En la presente etapa en Segunda, un total de 45 futbolistas de la casa han debutado con el Real Zaragoza y 24 de ellos han logrado asentarse en el fútbol profesional. El caso más reciente es el de Puche. Antes, llegaron los Francho, Francés o Azón. Y especial mención merecen también los que, como Vallejo, Soro o Guti, contribuyeron con sus salidas a equilibrar la economía de la entidad.

El goteo de jugadores en el primer equipo es constante, un valor seguro en el que confiar. Y ahí, además de la de Ramón Lozano, sobresalen las figuras de Ángel Espinosa, coordinador del fútbol formativo; Pedro Suñén, director de la escuela de la Fundación Real Zaragoza; o José Luis Arjol, preparador físico también vinculado al área de metodología y conocimiento.