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Cartagena-Real Zaragoza: es la hora de volver a la vida

El equipo aragonés inicia 2021 en la noche de este sábado en Cartagena (20.30), un partido crucial para huir de la zona más baja de la tabla. Se trata de un partido de alto valor estratégico en lo material y en lo anímico frente a un rival accesible, en un día clave.

Juan Ignacio Martínez saluda y charla con los jugadores al inicio del entrenamiento de este 1 de enero, previo al viaje a Cartagena.
Juan Ignacio Martínez saluda y charla con los jugadores al inicio del entrenamiento de este 1 de enero, previo al viaje a Cartagena.
Guillermo Mestre

Se inicia en la noche de este sábado 2 de enero el largo, abrupto, nervioso y decisivo esprint que debe llevar a cabo el Real Zaragoza de aquí a finales de mayo para salvar el descenso a Segunda B. Es conveniente ser claros en el mensaje para no confundir la misión, su hondura y su trascendencia para la vida de la SAD.

Resta toda la segunda vuelta, 21 partidos, y dos duelos postreros de la primera ronda del calendario. Tiempo hay, las matemáticas aún sujetan la fe y la estrategia cuasi militar dibujada sobre planos para salir del atolladero que denuncia la actual clasificación zaragocista: penúltimos (21º puesto), con solo 16 puntos sumados en 19 jornadas, sobre 57 posibles. Pero el respingo que debe dar el equipo que dirige Juan Ignacio Martínez desde hace 20 días es de órdago a la grande, para la historia de las remontadas.

En este escenario, bajo la influencia directa de este prefacio, se pone en marcha en las próximas horas en tierras murcianas el fútbol del año nuevo para que el Zaragoza cumplimente algo más de la mitad del torneo en curso en cinco meses de frenesí, vértigo y quién sabe qué vivencias ocultas tras multitud de esquinas y matorrales.

Cartagena-Real Zaragoza es el primer capítulo de 2021. Es, por sinonimia, la primera final de las 23 que restan en esta liga a la que se le ha retorcido el colmillo de muy mala manera para con el equipo aragonés. Lo admite Juan Ignacio y lo saben todos los protagonistas directos que defenderán la camiseta y el escudo del viejo club de aquí a mayo. Simplemente, cada día de partido, habrá que cambiar el nombre del rival. El resto del argumentario tenderá a ser gemelo. Ganar, ganar y ganar. Sumar y sumar. Correr sin mirar a los lados. Huir de la quema, de un bombardeo mortal. Esa es la actitud básica a aplicar en líneas generales, dado que, como subraya el propio entrenador recién llegado, Jim, «no tenemos ya ningún margen de error».

Ganar en partidos clave

El histórico de la categoría bajo este formato, una Segunda División con 22 equipos y cuatro descensos a Segunda B, indica que el Real Zaragoza está en la obligación de ganar en torno a la mitad de lo que le queda por jugar. Entre 10 y 12 partidos o su equivalente en puntos. Unos 30 puntos, quizá 33 o 35 en el caso más exigente, que se sumen a los exiguos 16 que portan sus vacías alforjas.

Y este dato indiscutible otorga al choque de este sábado en Cartagena un valor superlativo. Hay enfrentamientos en los que el Real Zaragoza no puede fallar de ahora en adelante. Los patinazos tóxicos en días clave ya han sucedido, en cadena, en lo precedente: esas derrotas en Castellón, Miranda, Ponferrada, Tenerife... o los tropiezos con el Sabadell, Las Palmas, Oviedo, Málaga...

Juan Ignacio Martínez, cuya labor gira en sus primeros pasos más en la órbita psicológica que en la meramente futbolística (que también), les ha pedido a sus jugadores un ataque de orgullo, un arrebato de amor propio. Algo que se vea, que se palpe desde el exterior. «Los futbolistas del Real Zaragoza están en la obligación de creérselo porque estamos defendiendo un escudo que, además, lo tenemos muy tocadito en estos momentos», dijo Jim antes de viajar a Cartagena.

En esta noche invernal en el campo de Cartagonova, que se pisará por primera vez en la casi nonagenaria historia blanquilla pues jamás se ha dado este cruce entre zaragozanos y cartageneros desde que el fútbol es fútbol, el Zaragoza afronta el primero de sus partidos de valor superlativo, en los que solo sirve ganar. Son citas con valor de 7 puntos en sí mismas, no solo los 3 en juego. Una valoración que deriva de sumar los tres que tú adicionas, los tres que le quitas a un rival directo y, como aderezo de divisa de gran valor estrategico final, ganar el ‘golaverage’ particular en caso de igualdad final a puntos en la jornada 42, la decisiva. Todo esto hay que empezar a ponerlo en primera línea de pensamiento a la hora de afrontar los partidos. Para eso son finales, todos ellos.

Jim y la mutación de 'su' equipo

Juan Ignacio Martínez, sabedor de que no hay tiempo que perder, ha solicitado a sus muchachos, que están muy receptivos ante este nuevo cambio de gestor del vestuario, que dejen patente sus aptitudes, que muestren al mundo que lo que han hecho hasta hoy ha sido un accidente de larga duración que aún puede repararse.

«Nuestros partidos han de basarse en una enorme presión sobre los rivales. Necesitamos los puntos como sea. No sirve otra cosa que luchar al límite para salir ganadores», les lanzó al aire en las últimas 24 horas a través de la rueda de prensa. Jim quiere ver en Cartagena –y hasta mayo– un equipo que muerda, que sea valiente, que llegue al área mil veces, que genere ocasiones. Aún sin fichajes, el técnico alicantino quiere celebrar el primer gol en todo el curso de Gabriel Fernández; o, si se tercia, de Bermejo, de Zanimacchia, de Vuckic, de Larrazabal, quién sabe si de Raí Nascimento (casi inédito en relación a los otros citados). En lo individual y, sobre todo, en lo grupal, Cartagena es en este 2 de enero sabatino lugar de resurrección. 

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