Por
  • Javier Pérez Villa*

“El ascenso del Zaragoza sería la solución menos injusta si no se pudiese jugar el play off”

Los jugadores del Real Zaragoza se sometieron ayer por la mañana a test PCR en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.
Los jugadores del Real Zaragoza se someten a test PCR en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.
TINO GIL/Real Zaragoza

La segunda ola de coronavirus pone en riesgo el final del campeonato en Segunda. El desconcierto de una situación inédita, junto a la guerra abierta entre Federación, LFP y AFE, no hace sino ocultar el bien jurídico que debería primar a la hora de tomar una decisión: la salud, tanto de los protagonistas como del resto de la población. Que la situación sea nueva abona el campo de las hipótesis, y una de ellas pasa por no jugar el ‘play off’, como en Francia o, como en el caso del balonmano, en la Liga Asobal. Es una opción viable, aunque hay diferencias.

Las competiciones galas se suspendieron en marzo. En abril, Administración, Liga y Federación dieron por buenas las clasificaciones tras la última jornada. Después de ser propuesto por la propia Liga, en Francia se decidió que no habría descensos y que la próxima temporada contaría con dos equipos más. Tras un vaivén de decisiones e impugnaciones, la Federación, pese a que su convenio con la Liga vencía en junio, mantuvo el número de competidores, descendiendo Amiens y Toulouse. En España, el acuerdo entre RFEF y LFP que fija el número de equipos por categoría finaliza en 2024.

Respecto a la Asobal observo una diferencia. Se decidió finalizar el torneo, dando por buenas las clasificaciones en la última jornada disputada. También aquí buena parte de la competición quedó por celebrarse, a diferencia del caso del fútbol en España. En el supuesto del balonmano se decidió que no habría descensos en Primera, aunque sí ascensos, con lo que la próxima liga aumentará a 18 equipos.

Esta opción resulta algo más compleja en el caso el fútbol, pues conllevaría la modificación del convenio entre Federación y Liga (vigente hasta 2024). Lo mismo ocurriría con otras normas cuya modificación, a priori, resultaría aún más compleja, como puede ser el Real Decreto en el que se fija el reparto de los derechos de televisión.

En cuanto a la solución más justa, vayan por delante tres consideraciones. La primera, que ningún ascenso merece poner en riesgo una sola vida. Por otro lado, nuestro derecho tiene herramientas para alcanzar una fallo, por la vía del consenso o la contenciosa. Por último, la normativa de la competición no contempla la situación excepcional sanitaria, por lo que aferrarse sólo a ella no es la mejor opción. La vida y el deporte profesional han cambiado y se necesitan de otras herramientas jurídicas.

Sí tienen en común los dos casos que tomamos como precedente que en ambos ha primado la salud pública sobre lo puramente deportivo. Así que, ante la cuestión de que si, dándose por finalizada la Liga en Segunda División, y no pudiéndose jugar el ‘play off’, el Real Zaragoza, tercer clasificado, pudiese ascender de forma directa, mi respuesta es afirmativa. A mi juicio, resultaría la solución más ecuánime, o menos injusta, pues primando la salud, sobre el resto de consideraciones, satisface también al deporte, pues nadie puede discutir, que en términos deportivos, hablando ya de césped y balón, la clasificación de la liga regular es el reflejo de los méritos deportivos de cada club, a lo largo de toda la temporada.

*Abogado especializado en derecho deportivo

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