Alberto Guitián volvió lesionado de Pamplona en la noche del sábado, pero todavía existen posibilidades de que pueda jugar este próximo domingo en La Romareda ante el Almería, la próxima estación liguera del Real Zaragoza. Esto es así porque la dolencia que sufre el defensa central cántabro no es importante, no se trata de una rotura muscular, según desvelaron las pruebas radiológicas a las que fue sometido en la noche del lunes. 

De tal manera, el zaguero del Real Zaragoza, que ha estado fuera del grupo en la primera mitad de la semana bajo los minuciosos cuidados de los fisioterapeutas y el cuerpo médico, ha querido comenzar a probarse en el entrenamiento de este jueves en la Ciudad Deportiva para poder medir su grado de curación de lo que, según el diagnóstico de la resonancia magnética nuclear, se quedó en una leve contractura en el gemelo de la pierna izquierda tras el pinchazo que Guitián sintió en torno a la media hora de juego en El Sadar. 

Guitián quiere llegar a tiempo de jugar ante el Almería. Se ve con opciones, pese a que es todo muy corrido y, obviamente, el pasado lunes se antojaba imposible pensar de tal modo después de haber abandonado el choque ante el Osasuna de modo abrupto, pidiendo el cambio y cojeando de manera ostensible camino del vestuario. Médicos y recuperadores quieren esperar unas horas más, al menos hasta la mañana del sábado, para tomar una decisión concreta. No tiene ningún sentido arriesgar a una recaída y a que se termine con una lesión mayor que deje al jugador montañés un mes fuera de órbita. 

Por ello, la reaparición de Guitián este jueves con el resto del equipo es el primer paso de, por lo menos tres (los ensayos de viernes y sábado), sobre los que se acabará tomando la decisión de si el central está apto para ser citado por Víctor Fernández ante el Almería o es mejor que descanse y se recupere con más calma de cara a la siguiente cita, que será en Granada 7 días más tarde. 

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