Preocupación con la evolución de los lesionados del Zaragoza

Tan solo con Papunashvili se es más optimista.

Toquero, con las muletas en el suelo y la rodilla dañada aún protegida, charla con el director deportivo Lalo Arantegui en el banquillo del campo del Tudelano, este sábado antes del partido amistoso del Real Zaragoza.
Toquero, con las muletas en el suelo y la rodilla dañada aún protegida, charla con el director deportivo Lalo Arantegui en el banquillo del campo del Tudelano.
Daniel Marzo

Las lesiones han azotado la puesta a punto del Real Zaragoza de cara al curso 2018-2019. Una especie de maldición que rompió los primeros esquemas de Imanol Idiakez nada más aterrizar en la capital aragonesa. En estos momentos, Eguaras, Guti, Papunashvili, Zapater, Lasure y Toquero están apartados del grupo.

De estos, tan solo con Lasure hay previsión de que vuelva pronto. También, Julián Delmás, que no disputó ayer ningún minuto en Teruel y se retiró del entrenamiento matinal por un golpe en el gemelo, se reincorporará a la sesión preparatoria de esta tarde. Nada importante.

Por otro lado, Eguaras y Guti acusan la misma dolencia: pubalgia. Una lesión veterana, ya que la arrastran desde finales de la campaña pasada. Los dos centrocampistas se han entrenado al margen del grupo desde el primer día de oficina tras las vacaciones. Los plazos de recuperación del futbolista canterano preocupan más que los del vasco.

Otro de los vértices del rombo que el año pasado dibujó Natxo González en el mediocampo, Alberto Zapater, también ocupa un puesto desgraciadamente privilegiado en la enfermería. El capitán zaragocista cayó lesionado el 14 de julio por una rotura de fibras en el cuádriceps (parte anterior del muslo izquierdo). Un día antes que el zaragozano se rompió Papunashvili de la zona isquiotibial. El club es optimista con la recuperación del futbolista georgiano .

Por último, Gaizka Toquero es la pieza que, en un principio, más tardará en llegar. El vasco, todavía con muletas, se entrena en el gimnasio y evoluciona con normalidad, pero el proceso de recuperación es lento.

La situación que atraviesa el conjunto aragonés ha obligado a su entrenador, Imanol Idiakez, a probar con diferentes futbolistas en las demarcaciones que andan con menos efectivos. Es el caso de Verdasca, que ha venido actuando de pivote por delante de la defensa y las sensaciones que transmite son buenas. Asimismo, el filial ha ganado protagonismo y ya son varios los nombres propios que han comenzado a destacar y a encandilar a la afición zaragocista.

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