Se acaba la temporada, solo quedan dos de las 42 jornadas de esta larga liga de Segunda División, son 10 meses de largo camino por detrás... y jugadores como José Enrique prosiguen con una franca actitud autocrítica respecto del juego del Real Zaragoza. El equipo aragonés, que ha sido incapaz de consumar la salvación del descenso a Segunda B en 40 partidos, acude a Gerona con ese propósito sumido en el perenne estado de decepción general, causado por otro fiasco previo en La Romareda, al perder una ventaja y una victoria ante el Rayo en el tiempo de aumento.

José Enrique, uno de los veteranos del grupo, describió este jueves el problema que, desde agosto pasado, nadie ha sabido reparar ahí dentro. "Nadie sabe la razón. Pero el equipo, en las segundas partes, nos encerramos más atrás. El equipo la quiere, no quiere lo que debería querer la pelota. Y, con el tipo de jugadores que tenemos nosotros, cuando no tenemos la pelota, sufrimos mucho", reconoció el valenciano antes de proseguir con sus razonamientos.

"Cuando nos encerramos atrás, no somos un equipo compacto. No defendemos bien. Nos cuesta mucho", admitió con tono severo y solemne. "El Rayo no paró en toda la segunda parte de tirarnos centros, córners, estuvimos todo el rato defendiendo. Empataron en el último minuto, pero realmente lo merecieron por esto", apostilló en relación al último caso de incapacidad del Real Zaragoza para jugar una segunda parte con un nivel mínimo de solvencia.

José Enrique rechaza que la razón de este bajón del ritmo de juego del cuadro zaragocista tras los descansos esté vinculado con una baja forma física de los futbolistas. "Creo que el motivo físico no tiene nada que ver. El equipo aguanta bien los 90 minutos. Lo que no sé es lo que pasa en las segundas partes, pero el equipo la quiere menos (la pelota). Nos cuesta mucho tenerla. Por eso sufrimos mucho", concluyó.