Si hay un entrenador en la Segunda División actual que conoce al detalle las características personales de la mayor parte de los componentes de la defensa del Real Zaragoza, ese es Alberto Toril, el técnico del Elche CF, rival zaragocista de este domingo en La Romareda (12.00). El preparador cordobés dirigió a Casado durante cuatro temporadas en su largo periplo al frente del RM Castilla, filial del Real Madrid. En ese periodo, también tuvo entre sus filas a Leandro Cabrera, que compartió zaga castillista con Casado durante un año. Y, asimismo, tiene una clara perspectiva respecto de Fran, más joven que los anteriores, y al que vio crecer desde su época más infantil en los equipos inferiores de La Fábrica merengue.

Toril posee, pues claves de ataque a la defensa zaragocista que ningún otro entrenador maneja de primera mano. Casado pasó con él prácticamente toda su etapa en el segundo equipo del Madrid, desde 2010 hasta 2014, cuatro temporadas. El lateral izquierdo blanquillo completó 134 partidos con Toril, siempre con el '3' a la espalda, como ahora en el Zaragoza. Allí marcó 8 goles pese a ser un defensa nato. Desde el segundo año, fue el capitán de Toril sobre el césped, siempre con el brazalete atado a su brazo. Su hombre de máxima confianza. 

En cuanto a Cabrera, el central zurdo del Real Zaragoza fue fichado por el RM Castilla cuando subió a Segunda División. Allí jugó en la campaña 2013-14, junto a Casado, igual que ahora, componiendo todo el flanco izquierdo de la defensa madridista. Cabrera dejaría el B merengue para fichar por el Real Zaragoza al final de ese curso, y aquí sigue. Lele jugó 27 partidos con Toril, marcando un tanto.

A Fran, Alberto Toril no lo ha dirigido directamente. Pero lo ha seguido paso a paso desde su misma llegada desde Almuñécar (Granada) a la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Lo llevaban los entrenadores del juvenil y el cadete, con los que el ahora entrenador del Elche compartía método y trabajo global.

Este domingo, Toril puede enfrentarse con su Elche a una defensa zaragocista en la que estén sus tres pupilos: Casado, Cabrera y Fran. Una singular coincidencia que no caerá en saco roto. Ni para unos ni para el otro.