Victoria tras una notable mejoría en la segunda parte

El Real Zaragoza supera al Osasuna con un gol de Marc Bertrán tras un disparo cruzado de Hinestroza.

El Real Zaragoza doblegó a Osasuna en pretemporada.
Una imagen del Osasuna-Real Zaragoza de este jueves.
J. M. Sánchez

Segunda victoria del Real Zaragoza en su particular verano preparatorio, lograda esta vez desde la eficacia y la capacidad de renovarse tácticamente durante el partido. Los zaragocistas, globalmente, fueron mejores que un débil Osasuna, pero no encontraron hasta la segunda mitad el mecanismo adecuado para decantar el marcador a su favor.


La primera parte, en términos futbolísticos, no hubo por dónde agarrarla. Los dos equipos se mostraron incapaces de domar el balón, de enlazar una acción coherente. El balón fue una liebre y el juego se convirtió en un ir y venir sin sentido de un lado a otro, de una banda a otra. De esos 45 minutos plomizos solo quedaron en la retina guardados -fugazmente- los dos goles fallados, uno por bando, fruto de errores monumentales en las respectivas zagas. El primero lo marró el osasunista Oier, solo mano a mano ante Bono en el minuto 27, tras una pared con el eterno luchador Nino en un balón perdido por Diamanka en la medular y mal taponado después por los centrales, Cabrera y Rubén. El segundo, lo tuvo Hinestroza para haber adelantado al Zaragoza en el minuto 38. El colombiano se aprovechó de una salida horrible de Nauzet al borde del área, remató desde la frontal con el marco desguarnecido pero el central David García llegó a tiempo al sitio elegido por el zaragocista para colocar la pelota y evitó el tanto bajo palos.


El resto del lance fue una dura prueba visual para cualquier analista. Imposible destacar individualmente a ninguno de los 22 protagonistas. En el ámbito colectivo, al menos, el Real Zaragoza sí que volvió a dejar patente que, a diferencia de la temporada pasada, es un bloque más homogéneo, mejor plantado en el campo. Hubo orden táctico, se controló bien las intentonas del Osasuna en los balones largos a las bandas. Incluso, en los primeros 20 minutos, el cuadro zaragocista manejó el balón y siempre pisó el campo contrario. Pero sin último pase, sin criterio combinativo, sin profundidad.


Probablemente, las dimensiones del campo de Lerín (La Romaleta, homófono a La Romareda) pesaron notablemente para que se diera esta espesura. Pero, asimismo, quedó patente que el centro del campo aragonés está carente de imaginación. Este jueves, Dorca y Morán -el supuesto organizador- no dominaron el timón ni un solo instante. Se limitaron a pelear con Oier y Merino por la posición. Y así no se llega al área nunca.


Las bandas estuvieron desabastecidas. El reaparecido Jorge Díaz, por la izquierda, resultó inerte. Hinestroza, por la derecha, lo intentó sin brillo, quedándose muchas veces sin espacio. En la mediapunta, Diamanka volvió a mostrarse alborotado. Y arriba, Ángel fue un náufrago al que no le llegó jamás un balón en condiciones.


El Osasuna, disminuido un año más con 18 fichas y con fichajes de segundo y tercer nivel, es un equipo muy limitado. Y ayer quedó patente. El Zaragoza se fajó con un rival tipo, de los varios que va a encontrarse durante el curso en la liga. Pegajoso, feo de afrontar, rocoso en las marcas. Y, de estos partidos, hay que ganar la mayoría para estar arriba en la tabla. Es decir, hay que saber descifrarlos y desactivarlos para acabar con éxito. Y el Zaragoza, desde el banquillo, ayer lo hizo.


Tras el descanso, Popovic probó por primera vez durante el verano el sistema 5-2-2-1, similar al que tan buen resultado le dio al final de la pasada campaña. Metió a Dorca como tercer central. Retrasó a Diamanka junto a Morán en el doble pivote. Y abrió las bandas con Hinestroza y Pedro -que sustituyó a Díaz- para acompañar a Ortuño, relevo de Ángel. Y el equipo funcionó mejor. Hubo más espacios. Más líneas de pase. Más llegadas con peligro a las inmediaciones del área rival.


Y de ahí surgió el 0-1, en el minuto 55. Hinestroza se coló por la derecha, entró en el área, disparó con potencia y el lateral Marc Bertrán, incorporado como carrilero al ataque, desvió lo justo para confundir a Nauzet. La ventaja fue corta porque, con el retornado Jaime como estilete fino en el uno a uno (fue el mejor), Xiscu y Ortuño fallaron dos goles que normalmente hay que meter. Tras un mal inicio, el Zaragoza dejó un buen sabor de boca.

Ficha técnica

Osasuna: Nauzet; Javi Flaño (Fernando Rubio, 86), Miguel Flaño, David García, Unai García, Aitor Buñuel (Javi Martínez, 73); Oier (Mesa, 86), Merino; Roberto Torres (Otegui, 67), Pucko; y Nino #(Kenan Kodro, 81).


Real Zaragoza: Bono; Marc Bertrán (Xiscu, 68), Rubén, Cabrera, Abraham (Rico, 46); Dorca, Morán; Jorge Díaz #(Pedro, 46), Diamanka (Wilk, 68), #Hinestroza (Jaime, 60); y Ángel (Ortuño, 46).


Árbitro: Vila Sánchez (Navarro). Mostró tarjetas amarillas a Morán (80), Jaime (82) y Wilk (86).


Goles: 0-1, min. 55: Marc Bertrán.


Incidencias: Alrededor de 800 espectadores en el campo de La Romaleta de Lerín. Césped aceptable, con algunos desniveles en el terreno de juego. Tarde nublada, con 24 grados y viento. Llovió suavemente en la segunda parte.

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