Agoniza como puedas...

El Real Zaragoza logra en el último instante y con enorme sufrimiento un triunfo fundamental.

Montañés, en el duelo del Real Zaragoza con el Jaén
Agoniza como puedas...

El estallido de todo el estadio de La Romareda, el bramido del zaragocismo ante el postrero gol de Real Zaragoza ante el Jaén era la manifestación externa del sufrimiento de una parroquia tan entregada como aterida por los nervios. El deambular hacia la red -no se sabe cómo- de ese envío de Montañés por el que pujaba Roger ha sacado fuera miedos y fantasmas, terrores de una afición sobre la que sobrevolaba de nuevo el fundamentado temor a pasear por el alambre, demasiado cerca del precipicio.


Había anunciado Víctor Muñoz que lo importante era ganar, muy por encima de las formas. Lo hizo hace dos semanas ante el Éibar -con un triunfo casi tan agónico como el de este domingo- y lo ha hecho de nuevo, más difícil todavía, ante un Jaén desesperado, que acapara boletos para el descenso a Segunda B.


Ha tenido opciones el Real Zaragoza de hacerlo más sencillo. El equipo ha cambiado de aires, de formas, de aspecto. Pero no logra cumplir con la metamorfosis plena de cerrar con solvencia, solidez y seriedad los partidos. Y así, el discurrir de los minutos se convierte en un calvario que recorre al conjunto y le hace dudar de casi todo. Se gana sujeto al sufrimiento; y en otras ocasiones, como en Vitoria o Soria, se dejan escapar puntos por la incapacidad de cerrar el partido.


La victoria da realce al punto logrado en Soria -como había ocurrido con el Éibar- y permite encadenar cuatro partidos sin perder y dos triunfos seguidos en La Romareda. Pueden sonar a meras cifras -y escuetas-, pero en un equipo de moral enclenque se necesitan claras referencias, como las que brinda este tramo del Campeonato. Porque no se puede perder de vista que hace apenas unas jornadas la formación llevaba una racha terrible –y pesadísima- de nueve partidos seguidos sin ganar.


Un poco más lejos del descenso y, de paso, un pasito más cerca de una posible promoción que a estas alturas suena a quimera, pero al que nadie puede apartar de su corazón zaragocista.


Complejo triunfo; sufrido triunfo; dulce triunfo.


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