¿Hay prórroga para Paco Herrera? Todo parece indicar que sí. El punto cosechado en Huelva y, sobre todo, la forma como se logró, con autoridad, con solvencia, encarándose con una escuadra que llevaba cuatro triunfos seguidos –la línea opuesta del Real Zaragoza- brinda tiempo al técnico barcelonés.

Porque, aunque todos sumen igual, hay puntos y puntos. No es el mismo punto el cosechado en Huelva -en donde el Real Zaragoza hizo méritos para llevarse los tres-que el afortunado de Tenerife, que supo a muy poco.

El Real Zaragoza arrastraba una dinámica terrible. No solo por su incapacidad de sumar; sobre todo, por su negligencia en el juego. Y con esa soga llegaba el equipo de Paco Herrera al Nuevo Colombino. Y allí, ante un equipo líder y en racha, arrancó un punto que debieron ser tres.

Cuenta harto Paco Herrera que ya vale. Que si hay que despedirle, que le echen de una vez o le dejen trabajar en paz.

Tiene razón. A la descomposición en la que vive el Real Zaragoza por naturaleza se une la permanente sensación de inestabilidad en el puesto clave del equipo, que hace imposible trabajar, concentrarse y afrontar con garantías cada partido. Que parece ser hoy lo que menos preocupa en la entidad.

El Real Zaragoza cambió en Huelva. Fue otro; y transmitió la sensación de que puede ganar, algo de lo que se había mostrado incapaz en los duelos de febrero. Cuestión clave en una entidad descalabrada, necesitada de norte y tranquilidad. Aunque, sin duda, pesan los cinco partidos sin lograr la victoria…