Real Zaragoza

El impacto de Rodri

El delantero, que este domingo marcó su segundo gol, se consolida como el fichaje de invierno con mayor incidencia sobre el campo.

El jugador del R.Zaragoza Rodri celebra con una voltereta su gol ante el Rayo Vallecano
Triunfo del Real Zaragoza_3
TONI GALáN / A PHOTO AGENCY

Finalmente, Manolo Jiménez parece haber encontrado la ansiada tecla. Así lo demostró este domingo cuando presentó sobre el verde la que parece ser su alineación tipo. El once del Real Zaragoza con el que, de no haber complicaciones, contará para lo que resta de temporada. De su mano, el conjunto zaragocista ha emprendido una reacción que ha llenado de esperanza sus, hasta ahora, vacíos tanques anímicos. Dos victorias consecutivas que los blanquillos esperan cristalizar en una nueva permanencia en Primera División.


Sin duda, el germen del cambio se concentra en la medular. Seguramente, la zona de mayor influencia en el juego dentro de un campo de fútbol. En la sala de máquinas zaragocista, dos nombres han irrumpido con mucha fuerza. Apuestas conseguidas tras varias vueltas de tuerca a una demarcación que Jiménez siempre definió como falta de efectivos.


La variación más evidente es la inclusión de Pintér. El internacional húngaro, que hasta ahora había pasado casi inadvertido, contando más como central de recambio que como medio, ha logrado hacerse un hueco como guardaespaldas de Apoño. Sin perder la posición en un momento, el silencioso futbolista que llegó del MTK acumula tres partidos consecutivos ocupándose del trabajo oscuro. Dando el relevo a un agotado Movilla que, a pesar de su buen estado físico, había sido sobre utilizado por la escasez de piezas en la rotación.


Claro que la inclusión de Pintér en la medular se puede considerar lógica y normal. No en vano, aunque a veces se haya podido dudar de ello, no deja de ser su posición natural. Aquella en la que se desenvuelve, por ejemplo, con su selección. Más sorprendente ha resultado la parcial reconversión llevada a cabo por Rodri. Quizá, el factor diferencial en el Real Zaragoza de la reacción.


Llegado por la puerta de atrás en el mercado de invierno, cedido desde el Barcelona tras desvincularse del Sheffield Wednesday, la incorporación del delantero criado en la cantera del Sevilla resultó sorprendente. Más por reforzar una posición para la que también llegaron otros futbolistas como Bienvenu, largamente esperado en la capital aragonesa, o Rochina, jugador de mayor estatus dentro de la segunda división inglesa. Sin embargo, finalmente, es el atacante nacido en Soria el fichaje invernal que parece haberse abierto un hueco mayor. Gracias, sobre todo, a su mayor versatilidad.


En Rodri, Manolo Jiménez ha encontrado un delantero y un centrocampista en un misma futbolista. Algo solo posible mediante el gran despliegue físico que el soriano realiza siempre que está sobre el verde. Con el balón en posesión aragonesa, el ex sevillista es un atacante más. Tanto que, como hizo ante el Rayo, es capaz de materializar tantos de 'nueve' pillo. Un gol tras recoger un rechace en el balcón pequeño que le reconcilia con el buscavidas del área que le ha permitido labrarse una carrera en el mundo del fútbol. Sin embargo, cuando el balón es propiedad del contrario, el atacante ratonero e intuitivo muta completamente para convertirse en el primero de los medios. Posicionándose, prácticamente, en paralelo con Apoño y con la misión de dificultar siempre la construcción de juego del contrario en su mente.


Esta faceta se vio por primera vez contra el Real Madrid. Partido que supuso el debut como titular de Rodri en el Real Zaragoza. Desde luego, el experimento no pudo salir mejor. No solo por la diana realizada, que sirvió para adelantar a los aragoneses en el marcador. Sino porque con su entrega, el delantero fue el encargado de secar a Modric, brújula del conjunto madridista. Sin duda, una de las claves del empate conseguido.


La fórmula parece haber convencido al entrenador zaragocista, que la ha repetido en los últimos dos encuentros. Partidos que, afortunadamente, se han cerrado con el triunfo para los aragoneses. Además, la medida parece haber puesto fin a uno de los mayores problemas que acarreaban los blanquillos desde la lesión de Franco Zuculini, el equilibrio en el centro del campo. Entonces, desde banda derecha, el argentino ejercía una doble función muy similar a la que ahora desempeña Rodri desde la media punta. Diferentes maneras de sumar un hombre más a la medular que logre ahogar al contrario y permita a los zaragocistas hacerse con el control de la situación.