El Barcelona pagó 1,4 millones de euros al vicepresidente de los árbitros por unos supuestos informes sobre los colegiados que iban a pitarles. ¿Cómo valora esta noticia?Con mucha preocupación. En el mundo del fútbol estas noticias al final se trasladan a quienes menos se tienen que trasladar. Así que este fin de semana habrá gente que sacará el tema, que en los campos de fútbol dirán que somos parciales... Es injusto, porque la honradez e independencia del colectivo arbitral, en todas las categorías, es absoluta.

¿Estas noticias acaban afectando también a los árbitros que van a los barrios o los pueblos?Sí, acaban llegando. La gente mira el titular de la noticia y enseguida valoran a todo el colectivo. Se ensucia la labor de todos. Los árbitros se han equivocado, se equivocan y se seguirán equivocando, pero siempre salen al campo con la vocación de hacerlo bien.

¿Pero qué valoración hace de los hechos? ¿Cómo se puede entender que un club pague por unos supuestos servicios a un dirigente del estamento arbitral?No puede ser que alguien trabaje con un club mientras ejerce su cargo. Por eso tenemos que exigir que se llegue hasta el final con estas investigaciones y que se depuren responsabilidades.

¿Cree que puede ser una práctica habitual?Yo separaría la anterior junta directiva de la actual. Con Victoriano Sánchez Arminio -presidente del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF hasta 2018- no había sintonía, desde luego… Ahora, con Rubiales -actual presidente de la RFEF- se trabaja muy bien y la transparencia es total. Las noticias son de épocas pasadas, de una federación anterior. Creo que ahora no se podrían dar casos como este.

¿Teme que, si no hay sanciones importantes, se cree una sensación de impunidad?Por eso hay que llegar hasta el fondo, explicar en qué consistía lo que hacían, por qué lo hacían y a qué llevó. Que se llegue hasta el final y que quede claro. Cuanto más se investigue, más depurado saldrá el estamento.

¿Qué sanción debería recibir el Barcelona?En otros países se han tomado medidas drásticas -en referencia al descenso de la Juventus-. Hay que saber los beneficios que obtuvo el club y, a partir de ahí, juzgarlo y tomar las medidas oportunas.

¿Cuál es la salud del colectivo arbitral en Aragón?Estamos esperando tener frutos en las categorías profesionales, porque ahora solo tenemos asistentes. En la base estamos trabajando con ilusión y con la suerte de que los chavales vienen con ganas. Da gusto trabajar con ellos, ahora queremos elevar más el nivel. Tenemos un buen nivel. También nos preocupa el arbitraje femenino, porque hay veces que no tenemos respuesta a las llamadas.

¿Se va cubriendo la falta de árbitros que teníamos en Aragón?Nos vamos estabilizando, porque la pandamia y la crisis nos han hecho un roto. Ahora han salido 50 árbitros nuevos en Zaragoza, y pronto tendremos también en Huesca y Teruel. Así que esperamos que esta temporada podamos cubrir los huecos que teníamos.