El Atlético empieza con un punto de ilusión ante la Juve

El equipo italiano castigó dos errores defensivos a un equipo rojiblanco que tiró de orgullo para remontar, con dos cabezos, un 0-2 a su último verdugo.

Atlético de Madrid-Juventus.
Atlético de Madrid-Juventus.
Efe

109 días después se escuchó de nuevo la música de la Champions en el Wanda Metropolitano. Aquella noche del 1 de junio no estaba en el césped el Atlético, ya que ocho semanas antes en Turín se hizo el harakiri y permitió que Cristiano Ronaldo volviese a cercenar su sueño de conseguir la orejona. No fue en la orilla como otras veces, pero dolió por lo inesperado que es, en la etapa de Simeone, que el Atlético encaje tres goles. La decepción se fue evaporando con el tiempo pero el regreso de la competición ante la Juventus afloró los peores recuerdos. La 'Vecchia Signora' castigó sus errores pero esta vez tuvo orgullo para evitar la derrota.

A diferencia de lo sucedido en marzo, no se puede negar que esta vez el Atlético fue a por el partido y no especuló como en la aciaga visita de marzo a Italia. Optó por llegar por fuera con Trippier y Lodi ante una Juventus que, por el momento, no es tan roca como el de Allegri ni consigue combinar como desea Sarri. El cuadro rojiblanco le generó muchas ocasiones -cinco en un cuarto de hora- aunque siempre con el mismo plan para atacar: desde los costados.

Eso sí, la mejor ocasión llegó cuando Joao Félix completó un entre cuatro defensas desde su campo pero Szczesny sacó una buena mano a su punterón evitando el gol de la jornada. No se amilanó el luso porque De Ligt hubiese querido asustarle con una entrada intimidatoria y fue por alto a cabecear una pelota de las pocas en el área que no golpeó Giménez, que cuenta con el mismo don que su amigo Godín.

A la Juve, con un tocado Pjanic, le costaba mover la pelota como quiere Sarri con Khedira, Matuidi y Cuadrado acompañando al bosnio. Apenas combinaba Higuaín y de Cristiano había noticias por el sonido de viento que acompañaba cada vez que tocaba la pelota. En la primera media hora apenas dejó un disparo lejano y un cabezazo a centro de Danilo. Cuando el Atlético bajó un poco la intensidad la Juventus ofreció destellos del plan que desea Sarri y por el momento parece lejos de poder completarse.

Eso sí, sigue teniendo oficio y pegada. Al volver de la caseta golpeó aprovechando un despeje que la zaga del Atlético basculó mal. Lodi no llegó a su sitio tras un cambio de juego de Higuaín, que controló y esperó la aparición de Cuadrado. El colombiano, repleto de magia pero que solo la muestra en contadas ocasiones, aprovechó el hueco para hacer una bicicleta y soltar un zurdazo a la escuadra de Oblak.

Golpe inesperado para un equipo que siguió creyendo. La mejor jugada colectiva local la finalizó... Giménez en el corazón del área con un disparo potente entrando desde atrás pero muy alto. Simeone rescató del banquillo a Correa, protagonista del penalti decisivo para quedar eliminados en Turín, pensando que el argentino podá ser el revulsivo de otras veces. Pero sin tiempo para tocar la pelota, Matuidi anotó llegando desde atrás otro mal ajuste defensivo local. Alex Sandro llegó hasta la línea de fondo sin oposición y el francés se coló entre los centrales para empujar a la red.

La grada siguió animando pese al 0-2, pensando que aquello se podía remontar como ante el Eibar. No parecía una quimera, no merecía la derrota el cuadro local. El duelo se agitó, el Atlético fue a incordiar a Szczesny asumiendo riesgos. Sus errores atrás posibilitaron que la Juventus tuviese la sentencia pero Oblak primero y Trippier después mantuvieron la emoción.

Simeone se la jugó con Vitolo y el debutante Héctor Herrera, retrasando a Saúl hasta el lateral. El canario tuvo el empate pero Szczesny se mostró seguro para despejar a córner. No lo estuvo tanto su zaga en un barullo que terminó con un despeje directo a la mano de Bonucci. No hubo penalti pese a las protestas de Costa, el más convencido de la remontada. Y en un córner llegó.

Héctor Herrera saltó con la misma fe que Giménez, se adelantó a su compañero y colocó en el ángulo la pelota con la cabeza como si la hubiese tocado con su pie. Un 2-2 que pudo quedarse en nada si Cristiano, ya en la prolongación, no hubiese golpeado fuera una pelota suelta en el área. El Atlético mereció ganar, se vio por un momento debutante con derrota pero al final empieza la competición con un punto de ilusión. Esa que perdió en Turín.

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