CAI ZARAGOZA

Ellos lo han vivido todo

Son los dos supervivientes, los dos únicos trabajadores del CAI que comenzaron allá por el 2002, han vivido todos los años en la LEB y por fin van a disfrutar de la ACB

Podrían escribir un libro con todas las anécdotas y recuerdos de las seis temporadas de vida de Basket Zaragoza 2002, ya que salvo algunos consejeros, son los únicos miembros del CAI que han sobrevivido a seis años de alegrías, tristezas, desilusiones, cambios, fichajes y demás situaciones que se han dado en el club rojillo. Son el doctor José Sarasa (Pepe o "Doc" para el entorno del equipo), médico del conjunto desde su creación, y Miguel Mur, responsable del área de Márquetin de la entidad. Ellos vivieron el nacimiento del proyecto, los sinsabores del paso por la LEB y por fin les toca disfrutar de la ACB. Se podría decir que lo han vivido todo y que llega su recompensa.


Ya solo al observar un póster de esa campaña 2002-03 ya surgieron los primeros comentarios: "Mira este, te acuerdas de aquel". Y es que esos primeros días en los que el CAI veía la luz fueron muy especiales. "Lo que más llamaba la atención era la ilusión que tenía todo el mundo, desde los de oficina, la directiva, el cuerpo técnico…", apuntó Pepe, mientras Miguel añadió que "era un ambiente muy familiar en un principio. El objetivo era tener equipo, era comenzar un proyecto desde cero y la capacidad de la gente se multiplicaba". Entonces llegó el primer "error" por llamarlo de algún modo, unas expectativas muy elevadas. "Nos planteábamos tener 2.000 o 2.500 abonados y llegó el patrocinio de la CAI y nos plantamos en la primera temporada con 5.500, y un lleno absoluto en el primer amistoso. La gente pensó que íbamos a ser campeones porque no se sabía muy bien qué era la LEB", explicó Mur. Y el Doc lo ratificó: "A todos nos pasó que pensábamos que éramos el CAI, era Zaragoza y sería fácil. Pagamos un poco eso. Recuerdo una frase de Oliete que decía que en la LEB 'valen los hombres y no los nombres'. Tenía razón".


Solo quedan ellos, pero recuerdan con cariño a todos los que han pasado por el club y con los que han compartido experiencias. Es su séptimo año lo que demuestran su amor por los colores. "Primero te tiene que gustar mucho todo esto porque el trabajo es mucho, la presión es mucha y acabas metiendo muchísimas horas", señaló Sarasa justo cuando Miguel añadía que también hace falta "una familia que lo entienda".


Después de tanto tiempo transcurrido, todavía tienen que explicar cuando salen de la ciudad que este no es el antiguo CAI. "Algunos me dicen 'estuvisteis unos años en Regional ¿verdad?', y vuelta a explicarlo", resume Miguel. Pero todo tiene su premio y ese llegó la campaña pasada con el ascenso a la elite. "Nos dio una sensación de tranquilidad. Esa presión seguirá, pero será distinta y dentro de una liga totalmente profesionalizada", dijo el propio Mur. Mientras, Pepe habló de las sensaciones: "Fue increíble. Lo mejor va a ser el primer día de ACB. Entonces tendremos esa sensación de estar entre los grandes".


¿Y con qué recuerdo positivo y negativo se quedarán de estos años? "Con muchos -apuntó Sarasa-, pero me acuerdo del abrazo con Matías al ascender. No podíamos ni hablar. El mayor palo fue el último cruce con León. Ese día era la comunión de mi hijo y tras ella me fui en coche al partido. Después de la derrota me quedé solo, fue una sensación tremenda, muy triste".


En el caso de Miguel Mur "el momento más emotivo fue el ascenso", pero recuerda con cariño "el primer partido, un amistoso contra Valls en La Selva del Camp. Nos hicimos la primera foto oficial". En su caso, el momento más duro "fue el partido de León y lo que vino después. Creo que se fue injusto desde los medios de comunicación con Javier Loriente, porque si alguien ha dado el cien por cien por este club ha sido él".


Asumen que será un año distinto, "especial" en el que se aprenderá mucho y que hay que disfrutar. Del pasado se quedarían con mucha gente, pero a la hora de nombrar algunos, Sarasa apunta a "Pepe Arcega, porque fue el que me trajo aquí y el que me transmitió 'que lo importante es que esto saliera adelante'. A nivel personal nunca podré olvidar a Chus Mateo". Mur insiste en que nombrar a uno "es complicado. Hablaría de Juan Forcén y Javier Loriente, que fueron los que me propusieron entrar en el club. Pero habría que nombrar a muchos como Oliete, Capablo, Chus, Julbe, Piti Hurtado, Gabi Bolaños, Daniel Andrés… gente que ha dado todo por el club cuando han estado con nosotros".