FÚTBOL SALA

El Sala 10 muda de piel a causa de la crisis

La dermis del conjunto aragonés también sufrirá la erosión de la crisis. Con los primeros rayos solares del verano, abandonan la entidad hombres que han desarrollado un rol dominante. Se construirá un bloque con menos dinero, pero intentando mantener la ambición.

Nano Modrego golpea la pelota desde el punto de doble penalti
El Sala 10 muda de piel a causa de la crisis
ARáNZAZU NAVARRO

Tiempos de crisis. Viene de la palabra latina del mismo nombre: coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución. También cambia y evoluciona el Sala 10, el club represantativo aragonés del deporte del balón pequeño en la Liga Nacional de Fútbol Sala. Los hechos oficializarán la suposición en breve. Con el verano muda la dermis del Sala 10: menos dinero, menos ayudas, probablemente menos plantilla. Se mantiene la ilusión, la ambición, pero los respaldos se antojan inferiores. La fase temporal de crisis no es exclusiva del club que preside José Ramón Moreno; afecta a toda la competición. Puro y duro silogismo darwiniano: sólo sobrevivirán los más fuertes.


Las primeras alteraciones, las que antes se suelen reflejar en los medios de información, se refieren a la plantilla. Ha habido modificaciones sustanciales. Jugadores básicos en la estructura del equipo y en la filosofía de juego han abandonado el club. Euler firmó por el Luparense italiano, Valença regresó a Brasil, y Raúl Manjón se alistó en el Benicarló. Los tres futbolistas desempeñaban un rol dominante en el Sala 10. Los tres se desenvolvían como cierres o alas de acusado sesgo defensivo. Quizás por la solvencia de estos soportes, el equipo apostó por una táctica conservadora.


Para suplir estas bajas, el club ha fichado al ala Retamar (Benicarló) y al cierre Carlos Muñoz (FC Barcelona), y está a punto de consumar la adquisición del ala Miguel Muñoz (Azkar Lugo). La mayor diferencia entre uno y otro trío es económica. Los jugadores que llegan se ajustan más a los rigores presupuestarios que esperan. El Sala 10 ofrece lo que puede pagar, lo que siempre ha pagado. El curso pasado presupuestó alrededor de 1,1 millones de euros. El próximo presupuesto sufrirá una mengua de alrededor del 30% del actual. Para no figurar en el apartado de impagados, era necesario prescindir de algunas de las más altas fichas. A esa lógica responde, hasta el momento, el capítulo de altas y bajas.


Además de las tres altas que hasta este momento se han consumado, el club ha renovado al portero Didac, que vuelve a ser cedido por el Barça. Regresa Abel Budría tras su cesión al Ríos Renovables Ribera Navarra de Tudela. Juan Molina, después de volver a negociar un año más con el club zaragozano, finalmente se ha incorporado al club tudelano. La portería podría completarla Arturo Santamaría, aunque todavía no ha renovado.

El esqueleto

En cuanto a jugadores de pista, continúan Nano Modrego, Kenny y Víctor Tejel, los hombres que en este momento constituyen el espinazo del conjunto. Ojalá definieran también el genoma del equipo. Es decir, que no significaran exclusivamente el esqueleto, sino que determinaran la idea de juego. Jugando a la defensiva, el pasado curso se alcanzó la novena plaza. Fracaso en el objetivo del 'play off'. Nano, Kenny y Tejel crecen cuanto más se aproximan al portal rival. Quizán nos iría mejor si mirásemos más de frente y menos por el retrovisor.


El capítulo de fichajes no está cerrado. Queda subordinado a la confirmación de las partidas de ingresos. El club está negociando en estos momentos con varios patrocinadores. También, desconoce de forma concreta la cantidad que recibirá en concepto de ayudas institucionales. Con estos apartados abiertos, la entidad ha renovado a Edu Duato, y también cuenta con los jóvenes canteranos Víctor Berges e Iván Quintín, e incorporará al prometedor Juanpa (Colo Colo). Nueva piel para el Sala 10.