Ya se enfrentó al Milan hace dos semanas y decepcionó en el Bernabéu en el primer duelo de la temporada entre el "ilusionante" Real Madrid y el "viejo" Milan, pero a Kaká se le presenta hoy (20.45, TVE-1) una segunda oportunidad. El 'crack' brasileño, todavía no adaptado al equipo madridista, regresa a la ciudad en la que se coronó hace dos años como mejor futbolista del mundo. Ahora, con la vitola de segundo jugador más caro de la historia y, ante la ausencia de Cristiano Ronaldo, el principal abanderado del nuevo proyecto 'galáctico' jugará por vez primera en San Siro contra su ex equipo. El héroe 'rossonero' no ha pasado sin embargo a ser un villano en Milán. Ayer fue recibido como un ídolo por medio millar de 'tifossi' en el aeropuerto de Malpensa. En el Madrid todavía se le espera. Se insiste en que a Zidane también le costó acoplarse, pero a Kaká el tiempo ya empieza a apremiarle.

En Milán le llega a Kaká el momento de la reivindicación. De dar un paso al frente en un estadio en el que el Madrid nunca ha conseguido ganar en partido oficial. De ser resolutivo para intentar acercar a su equipo a los octavos de final de la 'Champions'. En caso de derrota blanca, aunque Manuel Pellegrini volvería a tambalearse, al Madrid aún le quedaría fuelle. Con una victoria en el Bernabéu ante el Zúrich y un empate en Marsella en la última jornada estaría vivo. No se contempla el fracaso, aunque en San Siro Pellegrini afronta un segundo 'match ball' y a su equipo se le exige ya responder en un partido de enjundia. Sin el castigado Guti, con Raúl en el banquillo y con Kaká tirado en principio a la derecha, aunque con libertad de movimientos en un ataque sin extremos que no deja de atascarse por el centro. "El Madrid está condicionado por Raúl. Kaká puede rendir más detrás de un punta", asegura Franco Baresi, el capitán del Milan que enterró a la 'Quinta del Buitre' hace dos décadas.

Ya que no está Cristiano, el Madrid se encomienda sobre todo a Kaká en un encuentro en el que Pellegrini podría repetir alineación por primera vez en la temporada. Y el Milan se ha marcado como objetivo anular al que fuera su buque insignia y que dejó huérfana a la entidad italiana a cambio de 65 millones de euros. "Kaká ha sido el símbolo del club y fue una bandera para el Milan", ha reconocido el técnico 'rossonero', mientras el ahora madridista intenta reencontrarse y confía en "una buena acogida" en San Siro, donde defendió durante seis temporadas la camiseta del que es segundo club más laureado de Europa tras el Real Madrid.

Le pican

"Por lo que he hecho en los últimos años, espero que me traten bien", comentó ayer el brasileño blanco. En el bando contrario, su compatriota Ronaldinho, recuperado el ánimo tras sus dos asistencias frente al Parma, aspira a mucho más: "Aparte de dar pases, también quiero marcar goles y espero una gran noche de 'Champions' contra el Madrid". El ex azulgrana volverá a formar en el ataque milanista junto a quien fue el principal verdugo madridista en el Bernabéu, Pato, y posiblemente Inzaghi, aunque Leonardo podría decantarse también por Borriello. Éste ha conseguido picar aún más a Kaká al manifestar que su rendimiento ha ido en picado en los últimos años.