El inoportuno Mallorca

Material para fatalistas: el club balear ha estado directa o indirectamente involucrado en la salida del Real Zaragoza de cuatro de los últimos seis antecesores de Gay.

La ruleta del fútbol siempre gira formando caprichos y accidentes casuales. Teje fatalidades y azares imposibles, construye estadísticas amenazantes, abona el terreno de los hechizos, alimenta a los pesimistas y desafía a los optimistas. La visita del Mallorca a estas alturas de la vida, con Gay envuelto de peligro, es uno de los casos. En los últimos tiempos, los baleares se han adentrado en la leyenda negra de los entrenadores del Real Zaragoza. De uno u otro modo, el Mallorca ha actuado de ejecutor, se ha involucrado en episodios fatales o ha asistido como testigo pasajero al final de ciclo de un técnico en el Real Zaragoza. Ocurrió con Víctor Muñoz, Víctor Fernández, Manolo Villanova y Marcelino García Toral. Es decir, cuatro de los últimos seis antecesores de Gay en el banquillo se despidieron directa o indirectamente del Zaragoza mientras el Mallorca les abría la puerta. Con Gay aún expuesto a la guillotina de Agapito Iglesias, pese a la bálsamica reacción del equipo, la entrada del Mallorca en la actualidad inmediata del Real Zaragoza reúne, con su mirada de verdugo, todos los argumentos de la impertinencia.

La proximidad temporal conduce a Marcelino. Al asturiano le cortó hace casi un año la cuerda el Athletic de Bilbao, pero su papel en aquel partido fue virtual. A Marcelino lo había fulminado una semana antes el Mallorca con un aplastante 4-1 en Son Moix y así lo destaparon los sucesos que condujeron de un partido a otro. Tras aquella derrota, Gerhard Poschner, director general y aún entonces altavoz principal de Agapito, negó un ultimátum a Marcelino cuando el club contactaba ya con Víctor Muñoz o Simeone. Marcelino estaba finiquitado y todo era cuestión de resolverle un sustituto. El tiempo acercó el partido ante el Athletic y Marcelino escupió su ira con aquella volcánica rueda de prensa. "Estoy sentenciado. Si no estoy ejecutado es gracias al apoyo de los futbolistas y de la afición", denunció por un lado, mientras apuntaba por el otro: "Me falta la confianza del club". Marcelino, con una victoria en nueve jornadas, se sabía despedido desde el encuentro de Mallorca y le tendió un pulso al club que acabó con él en la calle y la directiva acusada por la grada en el choque ante el Athletic.

A Manolo Villanova, el Mallorca siempre le traerá el recuerdo del descenso a Segunda División. El Zaragoza cayó 3-2 y se derrumbó al infierno. Fue el último partido de Villanova al volante del equipo aragonés. Su servicio final en un intento por sujetar el club a Primera. ¿Quién sabe cuál hubiera sido el destino de Villanova si el Zaragoza sale salvado de Mallorca en mayo de 2008? ¿Lo hubiera recompensado el indescifrable Agapito con la continuidad? La ejecución balear desarboló cualquier guión ilusivo y Villanova salió del primer equipo con un contrato acabado.

Implicación más letal tuvo el Mallorca en la destitución de Víctor Fernández en enero de 2008. Jornada 19, el Zaragoza eliminado de Europa por el Aris de Salónica, broncas en una plantilla aristocrática alejada de los objetivos, ocho jornadas sin vencer? En ese lastimoso contexto, el Mallorca le empató (2-2) al Zaragoza en La Romareda y Víctor, sin el apoyo de Agapito y de buena proporción de la plantilla, cayó fulminado a la medianoche. Diego Milito había adelantado al Zaragoza, pero Güiza niveló el marcador. El Mallorca mereció la victoria y el Zaragoza se quedó a dos puntos del descenso.

También el Mallorca se cruzó en el epílogo de Víctor Muñoz, en la última jornada de la temporada 2005/2006. En este caso, los baleares no tuvieron trascendencia en el futuro del técnico. Se impusieron 3-1 al Real Zaragoza en lo que era la despedida anunciada de Muñoz, con quien Alfonso Soláns, en el paso final de las negociaciones para la venta del club a Agapito y conocedor de la apuesta del soriano por Víctor Fernández, utilizó la cláusula de desenganche unilateral inscrita en el contrato del entrenador. Muñoz dijo adiós con derrota ante idéntico rival contra el que se había estrenado en Liga en el Zaragoza dos años y medio antes. Paco Flores había sido destituido contra el Deportivo y, solo por una jornada, el Mallorca no agigantó su tradición fatal con el banquillo zaragocista.