El Increíble Arrhenius

Increíble, Arrhenius. Ni Hulk, ni La Masa. La auténtica fiera de la Asobal es Robert Arrhenius, el gigante del CAI Aragón. "Voy a calentar mañana -por hoy- antes del partido con el Alcobendas (19.00, pabellón Príncipe Felipe), a ver qué tal me siento", dijo ayer. La frasecita reúne poco de excepcional, si no fuera porque al gigante noruego le extirparon un testículo hace menos de tres semanas… Tres puntos continúan cosiendo una herida que tras la operación necesitó muchos más para ser suturada. Pero Robert Arrhenius no permite que le duela nada, pues ya lleva entrenando con normalidad en los últimos tres días.

Sin choteos, esta lesión, la patada en los genitales, ha sido la única dolencia que ha impedido que Arrhenius se pierda un partido en toda su carrera profesional. La narración de los hechos lo desvela todo. "Me dio un rodillazo involuntario Rochel, del Torrevieja. Me dolía, pero continué jugando 10 minutos más. Hasta corrí un contragolpe. Me di cuenta de la lesión cuando me excluyeron dos minutos y me senté en el banquillo. Me toqué y le advertí al médico. Rápidamente, Paco Tolosa me dijo que teníamos que irnos a la clínica", señaló Arrhenius.

"Me intervinieron muy pronto -continuó con la narración-. Me operó el doctor Navarro, al que le estoy muy agradecido pues ha venido a visitarme varias veces, incluso al pabellón. Me extirparon un testículo. La noticia ha salido en Suecia. Aprovecho ahora para agradecer el respeto con el que habéis llevado el tema aquí, en Zaragoza y en España. Me he recuperado muy pronto. Estoy muy contento pues puedo entrenar bien. Me siento fuerte. Puedo hacer todos los ejercicios junto a mis compañeros, y eso es muy importante. Ya le digo que mañana -por hoy- calentaré. No sé si voy a jugar, pero ya quiero estar bien para el gran partido del sábado en Pamplona con el Portland".

Si hoy finalmente salta a la arena, Robert Arrhenius se habrá perdido dos partidos a causa de la lesión: la vuelta de la Copa EHA ante el RK Nexe y el encuentro de Liga Asobal del pasado miércoles en Vigo ante el Pilotes Posada. Este dato sí es excepcional, pues el gigante sueco jamás ha dejado de disputar un partido a causa de una lesión en sus 10 años de carrera como jugador profesional: ni en Suecia, ni el Teka de Santander, ni en la Bundesliga alemana. Su única ausencia también destapa la esencia de este profesional ejemplar, del inmenso corazón que alimenta a la fiera. "El único partido que no jugué fue el 20 de noviembre de 2005. Entonces militaba en el Nordhon alemán y teníamos un encuentro en Magdeburgo. No fui porque ese día mi mujer, Osa, dio a luz a Theo, mi primer hijo. Mi hija, Mua, nació el 8 de octubre de 2007. Entonces ya estaba en el CAI Aragón, y el 9 de octubre teníamos un encuentro de Liga Asobal en el Quijote Arena de Ciudad Real. Entonces viajé solo el mismo día del partido y llegué a tiempo a las dos cosas: a ver nacer a mi hija y a jugar con el CAI", recordó Arrhenius.

La tortícolis y la patada

En el CAI Aragón no recuerdan ningún tirón, ninguna contractura, nada significativo. Arrhenius ni se lesiona ni se deja lesionar. Las únicas dolencias conocidas fueron una reciente tortícolis generada al dormir en una cama de un hotel de mala muerte en la ciudad croata de Nasice (el catre era pequeño hasta para el metro y setenta centímetros del abajo firmante, y en la calle hacían un frío y una niebla que pelaban), y, sin choteos insisto, el rodillazo que sufrió en los genitales. Este es Incríeble Arrhenius, el gigante que hoy volverá a rugir. Con tres más como Arrhenius, la sexta plaza (y subiendo) que hoy atrapará el conjunto naranja dejará de ser el objetivo real. Con tres jugadores como Arrhenius, al CAI Aragón no lo detendrá nadie.

Carlos Prendes, Alfredo Sorrentino y Stian Vatne han suplido con eficacia a Robert Arrhenius en su corto periodo de ausencia. Su aportación, sobre todo en el encuentro ante el Pilotes Posada, fue sobresaliente. Paradójicamente, su baja se acusó más en la finalización del contragolpe. Sí, el gigante también corre el contragolpe. Y mejor que nadie, con un acierto superior al 90%. Ante el Alcobendas, el CAI Aragón deberá mejorar sobre todo en esos lanzamientos fáciles que hizo complicados en Vigo. Por lo demás, por la solvencia defensiva de Prendes y Sorrentino, por el aporte de un renacido Doder, por el vigor del potro salvaje Felipe Borges, por la rasmia contagiosa de Mariano Ortega, por la seguridad de Pablo Hernández, debe superar con holgura a su rival.