Tercer Milenio

En colaboración con ITA

CAI TERUEL

El hombre del ordenador

cai teruel El segundo técnico, José Ignacio Marcos, clave en la consecución de las dos Superligas por su aportación en el trabajo estadístico, inicia un nuevo camino.

Inconfundible imagen de José Ignacio Marcos y su portátil.
El hombre del ordenador
A. GARCíA

Hay un momento de la vida en que las personas necesitan volar, abrazar nuevos objetivos, madurar, arriesgar... José Ignacio Marcos Salazar, Marcos para la familia del CAI Teruel y la del voley nacional, sabía que había alcanzado esa fase que todo segundo entrenador ansía: gestionar tu propio grupo de jugadores. No ha sido fácil tomar la decisión de partir para este hombre con cara de chico pillo y sonrisa contagiosa. El hombre del ordenador deja un equipo, un club y una ciudad que le ha regalado premios, reconocimientos y un sentimiento fraternal que "difícilmente olvidaré".

Marcos llegó hace dos temporadas de la mano de Óscar Novillo para ocuparse de un rol que empezó a desarrollar en el conjunto de la Universidad de Granada y en la selección nacional B y que lo ha convertido en un virtuoso. "Marcos es el nuevo 'scout' del CAI Teruel", anunció el club naranja un 23 de mayo de 2008. Su trabajo de análisis de los partidos, mediante la informática, ha sido clave en la consecución de las dos Superligas y la Supercopa. "El voleibol se ha convertido en un juego de ajedrez, hay que buscar la estrategia para ver si tu equipo es capaz de hacerlo mejor que el rival", definía el técnico pucelano su trabajo. El 'Data volley', el 'software' que procesa estadísticamente los encuentros, y permite su traducción a planteamientos tácticos, ha elevado a Marcos a la categoría de artista. ¡Hablar de un sistema que interpreta los códigos y los traduce a maniobras de ataque y defensa! "Es la tecnología... Todo evoluciona y el deporte se sirve de estos soportes para mejorar".

La mano derecha de Novillo nunca se olvidaba en los desplazamientos de la cámara de video y del portátil. Sus armas de trabajo. Ni del 'pendrive' con todos los 'hits' musicales que canturreaba mientras los dedos se deslizaban por el teclado a una velocidad rabiosa. Tampoco faltaba en su 'kit' viajero, que le llevó con el CAI por la Champions League, la Challenge Cup y la Copa CEV, la imagen de su "muñeca", Mara, una preciosa criatura de enormes ojos azules que cada vez que la mire le traerá recuerdos de Teruel, la ciudad que la vio nacer. Ni la presencia virtual de su mujer, Sira, con la 'charlaba' entre video y video y el wifi del hotel lo permitía.

Ha sido "muy difícil" despedirse de una ciudad que le pedía a coro "¡quédate!" hace unos días, cuando se celebraba el segundo título liguero. Pero Marcos ya había madurado que el CAI Teruel era una parada más ante el reto profesional que se había trazado: entrenar a su propio equipo: "Si quiero seguir avanzando en este deporte hay que mirar al frente y seguir". Buena suerte Marcos.