ATLETISMO

El gran salto de Macías y Périz

Las dos atletas aragonesas regresan del Europeo de París con sensaciones positivas y sus objetivos cumplidos.

Macías (izq.), Périz y el presidente de la Federación Aragonesa, Javier Hernández, en el Omnisports de París.
El gran salto de Macías y Périz
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Volaron hacia París arrastrando una pesada maleta llena de sueños y ayer volvieron a cruzar los Pirineos con objetivos cumplidos y buenas sensaciones, aunque con ese sabor agridulce que siempre adereza el menú de los inconformistas. Isabel Macías y Elian Périz, las dos únicas atletas aragonesas que el pasado fin de semana participaron en el Europeo de atletismo en pista cubierta, hicieron los deberes que sus propias piernas les habían impuesto y culminaron un salto que habían iniciado hace dos semanas, cuando ambas se colgaron la medalla de oro de sus categorías en el campeonato de España.


Macías, quien vio cómo su sueño tomaba forma sobre el tartán francés, consiguió 'colarse' en una final de 1500 en la que obtuvo una meritoria quinta plaza que se ha difuminado entre la polémica de unas declaraciones que le han robado protagonismo a su actuación. «Reconozco que me equivoqué en el momento y en el lugar, pero también es verdad que se ha sacado todo de contexto», asegura Macías, quien criticó la actitud de una Nuria Fernández a la que acusó de negarle el saludo. «Es una pena que se le acabe dando más importancia a una simple frase que a la carrera», añade la mediofondista.


Pero, más allá de las polémicas extradeportivas, la campeona de España de 1.500 demostró en la pista del parisino estadio Omnisports que está en su mejor momento y subió un nuevo peldaño de su particular escalera de objetivos. «Venía la penúltima del 'ranking' y vuelvo a Zaragoza como la quinta mejor de Europa. Y aún así, no puedo evitar tener una sensación agridulce, ya que en la final me quedé con fuerzas», confiesa una inconformista Macías, quien además consiguió batir su mejor marca personal y rebajó el récord de Aragón (4:13.26) de 1.500 metros. «Mucha gente que se ha sorprendido con mi actuación, pero yo estaba convencida de mis posibilidades. Me he sentido más atleta que nunca», afirma la zaragozana.


Sin embargo, las alegrías suelen ser efímeras en el mundo del deporte, y la felicidad de Isabel se esfumó solo un día después de su hazaña. Fue el domingo, en la final masculina de 800 metros, cuando vio cómo su pareja, el también español Luis Alberto Marco, perdía todas sus opciones de conseguir una medalla debido a un inoportuno tropiezo. «He regresado de París con el mal sabor de boca que me dejó esa carrera. A veces, el atletismo es un deporte muy poco agradecido: cada día feliz lo pagas con unos cuantos tristes», se lamenta Macías.


Périz, aprendiz de campeona


Ante las mejores de Europa, Périz no pudo imponer su corona nacional y cayó en semifinales tras una meritoria carrera en la que consiguió su mejor marca personal y un nuevo récord de Aragón de 800 metros (2:03.51). Aunque no pudo cumplir el sueño de alcanzar la final, la binefarense regresa a España con un máster de atletismo. «La mejor forma de aprender es cometiendo errores», explica una positiva Périz, quien se queda con su gran salto de calidad a la hora de afrontar una gran cita. «No solo es importante hacer buenos tiempos en los entrenamientos. También hay que saber materializarlos en el momento decisivo», analiza la atleta oscense, contenta de sentirse «cada vez más cerca de las mejores atletas internacionales».